Señor Director:

Al parecer, José Antonio Guzmán no leyó el documento que seis economistas preparamos para la Mesa Social, por sugerencia del Colegio Médico. El tono de su carta sugiere que se informó a través de historias de prensa incompletas. Estoy seguro que de haber leído las siete páginas del informe el Señor Guzmán hubiera estado de acuerdo con muchas de las ideas planteadas (el Informe se encuentra en https://covid19.fen.uchile.cl/mesasocial/).

En resumen, se trata de lo siguiente: Proponemos que el gobierno tenga la autoridad para gastar hasta12 mil millones de dólares en los próximos 18 meses, para combatir los efectos económicos de la pandemia. Esta cifra corresponde al saldo del Fondo de Emergencia Económica y Social (FEES), a comienzos de marzo de 2020. Los dineros efectivamente desembolsados pueden provenir del FEES, o se pueden obtener por medio de colocación de deuda interna o externa. Lo importante es contar con un envoltorio presupuestario claramente definido y acotado para el mediano plazo. Ello evitaría la “ayuda por goteo”, y las recurrentes y engorrosas negociaciones de “tira y afloja” entre gobierno y congreso.

Este gasto debe ser temporal. El gobierno debe tener flexibilidad para asignarlo y para considerar las distintas necesidades regionales. Los fondos serían distribuidos a lo largo de tres etapas que van desde la contención hasta la recuperación. En la medida que se eche a andar la economía, los desembolsos disminuirían. Durante este periodo también se deben reevaluar muchos gastos, y reasignar recursos a áreas prioritarias.

La autorización para gastar hasta 12 mil millones de dólares no conlleva una obligación de hacerlo. Si la emergencia se supera en, digamos, seis meses, solo se desembolsaría parte de los recursos. El resto estaría disponible para enfrentar la recesión, apoyar la recuperación y reconversión de empresas, y fomentar la inversión y la creación de empleo.

El monto sugerido es razonable. Es lo que en economía se llama una medida “Ricitos de Oro”: ni muy grande ni muy chica; ni muy caliente ni muy fría; ni muy dura ni muy blanda.

Al elaborar este informe para la Mesa Social, los economistas que lo firmaron tuvimos un enorme cuidado en resguardar la sustentabilidad fiscal de largo plazo. Bajo este programa Chile seguirá siendo un país ordenado, con acceso a los mercados, con buenas calificaciones, y con un nivel de deuda pública prudente. Un país del que estaremos orgullosos.

Sebastián Edwards