Señor Director:

Son muchas las cosas que pueden recordarse del gran maestro Armando Uribe: su sentido de la justicia, su profunda convicción religiosa y su valoración positiva de la relación entre la Literatura y el Derecho.

Su poesía profunda y certera recoge los temas fundamentales de la muerte, el amor, el honor, que muchas veces recuerdan el lenguaje y el tono del Libro de Job y sus lamentaciones.

Armando Uribe nos mostró en estos tiempos que se puede pensar, vivir de manera apasionada, criticarnos y —al mismo tiempo— mantener una relación de amistad, entendida esta como admiración en la diferencia.

Hoy nos deja un clásico de la jurisprudencia, las humanidades y la poesía, pero su obra y su carácter nos quedan como una contribución excepcional a estos tiempos de espíritus viscosos y falsas amistades.

La Facultad de Derecho de la Universidad de Chile ha izado el estandarte a media asta en señal de condolencias para sus familiares y amistades, y en ese mismo espíritu también escribo esta carta para despedir al gran amigo de mi padre y de toda mi familia, Armando Uribe Arce.

Pablo Ruiz-Tagle
Decano Facultad de Derecho
Universidad de Chile