El Partido Comunista ha debido salir a marcar distancia de la declaración final con las conclusiones de la última reunión del Foro de São Paulo, efectuada en Caracas, que incluyeron el apoyo a un supuesto “derecho al retorno soberano de Bolivia al océano pacífico (sic)”. Aunque el documento fue difundido en Chile por el periódico El Siglo, vinculado a esa colectividad, el PC ha asegurado que sus representantes en la cita —efectuada en Caracas la semana pasada— no fueron consultados respecto de la referencia al país altiplánico. Es positivo que, al menos en este punto, que compromete los intereses permanentes de Chile, ese partido se aleje de las conclusiones del foro; este fue, sin embargo, solo uno de los episodios controvertidos que marcaron ese encuentro.

En efecto, si la instancia surgió en el pasado inspirada en la idea de plantear una alternativa luego del derrumbe de los socialismos reales, y si figuras vinculadas a este sector llegaron a marcar liderazgo en la región, el fracaso de su modelo ha terminado transformando al Foro en uno de los últimos espacios de defensa de regímenes repudiados por la comunidad internacional, como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Ello queda claro al revisar otros párrafos del documento de conclusiones, los que además incluyen fuertes cuestionamientos a todos los gobiernos que no comparten su línea política, como la administración del Presidente Piñera. En una de muchas paradojas, el texto llega a calificar como discriminatoria la política migratoria chilena, sin mencionar cómo la debacle venezolana ha sido la que ha llevado a millones de ciudadanos a abandonar su país, creando una crisis humanitaria regional.

Durante la reunión hubo duras críticas al reciente informe sobre derechos humanos en Venezuela que presentara la alta comisionada de Naciones Unidas Michelle Bachelet. Nicolás Maduro acusó a la exmandataria de haberle propinado “una puñalada”, mientras que un “plan de lucha” leído en la sesión de clausura, junto con rechazar el informe, sostuvo que este tiene un enfoque sesgado y “a favor de la extrema derecha opositora”. Reveladoramente, el documento final de conclusiones no incluyó esos cuestionamientos y evitó mencionar a la expresidenta. Según ha informado la prensa, ello podría haber sido el resultado de gestiones realizadas por el Partido de los Trabajadores de Brasil y el Frente Amplio de Uruguay. Este último enfrenta elecciones este año, en una campaña en la que su cercanía con Caracas le está significando un importante costo político; en los mismos días, sintomáticamente, el expresidente José Mujica reconoció por primera vez que el gobierno de Venezuela es “una dictadura”.

Por lo mismo, cuando antiguos aliados de la izquierda latinoamericana empiezan a distanciarse del régimen chavista (comentada fue la ausencia de Evo Morales en Caracas), llama aún más la atención el entusiasmo de algunos dirigentes chilenos que participaron de la cita. Entre ellos, aparte de los representantes comunistas y de uno de los sectores del Frente Amplio, resaltó particularmente el senador Alejandro Navarro, quien junto con denostar la Constitución chilena, celebró la de Venezuela, calificándola como “una de las mejores del mundo”. Esto, además de apoyar a Maduro y afirmar que al régimen solo le queda “resistir y vencer”. En lo que podría estimarse otra paradoja, Navarro preside la comisión de Derechos Humanos del Senado, como parte del arreglo general en que la mayoría opositora distribuyó los principales cargos de la Cámara Alta

Hechos como los señalados sugieren que se está llegando a una situación límite en el respaldo que otorgan a la dictadura de Nicolás Maduro algunas agrupaciones políticas chilenas, y en la posición ambigua de otras que —como el PS—, aunque evitaron viajar a Caracas, siguen integrando el Foro. Si la evolución venezolana y el informe Bachelet han puesto en evidencia la contradicción con las convicciones democráticas que supone esa actitud, el pobre epílogo de la cita muestra la cada vez más dudosa viabilidad de los proyectos que no marquen un quiebre claro con aquella tendencia.