Señor Director:
Los resultados de la discusión del mediático proyecto Aula Segura en la Comisión de Educación del Senado merecen ser valorados. Las propuestas impulsadas y aprobadas por el conjunto de la oposición imponen un mínimo de sensatez, frente a un Gobierno cegado por el populismo penal y la búsqueda de réditos mediáticos de corto plazo, al punto de ceder cada vez más frente a las expresiones más conservadoras de la derecha y sus irracionales formas de comprender la discusión pública. Esta "bolsonarización" representa un serio peligro político, incluso para el propio gobierno.
La construcción de aulas efectivamente seguras y democráticas trasciende con creces esta discusión. Para ello es preciso forjar acuerdos de largo plazo, sobre la base de una reconstrucción y ampliación democrática de nuestra educación pública, que revierta más de cuatro décadas de abandono. Esto requiere reabrir un debate propiamente educacional, que el Gobierno se ha empeñado por desquiciar e imposibilitar.
Con todo, la unidad demostrada en discusiones como Aula Segura o la Comisión Investigadora del CAE sienta buenos precedentes respecto del diálogo que debe sostener la oposición. Es fundamental que en las próximas etapas de discusión de este proyecto se sostenga la unidad, y no se abran posiciones que habiliten estas formas de populismo penal. Más bien es momento de reabrir un debate educativo sustantivo sobre cómo asegurar ambientes de respeto en los espacios escolares que permitan la convivencia democrática. De lo contrario, va creciendo el riesgo de entregar completamente los destinos del país a la agenda de la derecha más cavernaria, contribuyendo así a profundizar la crisis de la política y su alejamiento de los intereses y necesidades de la ciudadanía.
Fabián Guajardo José Miguel Sanhueza
Fundación Nodo XXI