El Mercurio.com - Blogs : "Carta de navegación" para La Araucanía
Editorial
Viernes 14 de marzo de 2014
"Carta de navegación" para La Araucanía
Respecto del tema del perdón el mismo Huenchumilla ha aclarado posteriormente que se trata de una iniciativa personal, precisión necesaria dado el complejo alcance que tendría involucrar al Estado en un acto así...
Atendidos los apremiantes problemas que allí se viven, el Gobierno dio especial relevancia a la designación del intendente de La Araucanía. Tal preocupación se evidenció en la figura del escogido, Francisco Huenchumilla, político de dilatada trayectoria, ex diputado y ex ministro, y que a esas características añade un especial vínculo con la zona y con la etnia mapuche. Sus desafíos son enormes: como máxima autoridad del Ejecutivo en la región, le cabe crucial rol en recuperar allí la plena vigencia del Estado de Derecho, hoy gravemente amagado; enfrentar los altos niveles de pobreza, retomando la senda de desarrollo que alguna vez caracterizó a esa zona y que se perdió a raíz de tal incertidumbre, y por cierto atender las legítimas demandas de una población de origen mapuche, que de modo abrumadoramente mayoritario rechaza la violencia y requiere del Estado, junto con el respeto de su identidad, los apoyos para poder trabajar productivamente sus tierras. Precisamente por la magnitud de esas tareas, la "carta de navegación" que ha dado a conocer apenas asumido el cargo suscita interés e inquietudes por igual.
El texto incluye una particular interpretación histórica sobre los orígenes del llamado conflicto mapuche, y también una petición de perdón dirigida tanto a miembros de esa etnia como a los "descendientes de colonos". Si la primera -legítima, aunque muy discutible- ha suscitado justificada controversia, respecto del tema del perdón el mismo Huenchumilla ha aclarado posteriormente que se trata de una iniciativa personal, precisión necesaria dado el complejo alcance que tendría involucrar al Estado en un acto así.
Lo que sin embargo resulta apremiante clarificar es otro planteamiento: su llamado a los fiscales del Ministerio Público respecto de cómo deberían cumplir sus tareas. A ellos pide el intendente no actuar como "cazarrecompensas", sino con moderación, "no exacerbando los ánimos haciendo el papel de opinólogos de lo sucedido en el proceso". Se los insta a buscar la verdad en sus investigaciones, pero con sentido de Estado, contribuyendo a la justicia y a la paz social, y se concluye que harían bien en guardar silencio, no hablando sino a través de una investigación seria, objetiva y rigurosa.
¿Es compatible fijar esta suerte de pauta de acción a los fiscales con las atribuciones intendenciales? Todo indica que no. La Constitución define al Ministerio Público como "autónomo" -esto es, no depende ni recibe órdenes del Ejecutivo ni de ningún otro Poder del Estado- y dirige "en forma exclusiva la investigación de los hechos constitutivos de delito". Esto descarta que personeros de aquellos impartan directrices sobre conducción de procesos. De otro modo, la persecución penal expresaría los intereses y prioridades de la autoridad de turno y no los de la sociedad en su conjunto, que el Ministerio Público representa. Además, llamar a los fiscales a guardar un genérico silencio podría inhibirlos en circunstancias que ellos estimen conducentes a la investigación, lesionando con eso su función propia y autónoma. En fin, tal silenciamiento sugerido desde el Ejecutivo es opuesto al celo por la transparencia que caracteriza a la sociedad contemporánea.
Si se estima que un fiscal no está cumpliendo debidamente su labor, se puede pedir su remoción a la Corte Suprema, según el procedimiento establecido en la Constitución y la ley. Muy distinto de aquello es la pretensión de dictarles instrucciones, atribución exclusivamente reservada al fiscal nacional y a los fiscales regionales dentro de marcos muy específicos. Por lo mismo, cabe suponer que el fiscal nacional representará enérgicamente esta impropia injerencia en el ámbito del Ministerio Público que encabeza.
Por cierto, hay en la carta de navegación del intendente Huenchumilla elementos valiosos, como la afirmación con que concluye el texto, pidiendo la colaboración de todos, porque "en La Araucanía no sobra nadie". El éxito de su gestión estará dado por lograr efectivamente ese aunamiento de voluntades en torno a los complejos desafíos que deberá acometer, objetivo al que poco contribuyen polémicas como las abiertas por este documento.