Teatro de muñecos para adultos (al menos no para niños muy chicos), "Chiflón, el silencio del carbón" es un espectáculo hecho con títeres de varilla por el grupo Silencio Blanco. Lleno de creatividad y rico en detalles, ofrece en 50 minutos una escenificación en miniatura del cuento "El Chiflón del Diablo", de Baldomero Lillo, un clásico en su género. Es una adaptación libre de este relato que intenta sobre todo rendir un tributo al olvidado mundo del minero del carbón y su peligroso oficio, que ponía a diario en juego su vida con el fin de dar sustento a su familia.
Así, la narración desarrolla la sencilla intriga -un joven que no le avisa a su madre que debe bajar al temible Chiflón del Diablo para no quedarse sin trabajo (antes ella perdió en la mina a su marido y sus otros dos hijos)- concentrándose en la incertidumbre de su rutina diaria y la espera de las mujeres. Sin palabras, la acción en un clima duro y agobiante emerge del silencio, lo que exige gran concentración, y de la semipenumbra. De la oscuridad surgen las distintas escenografías (la oficina de administración, la jaula del ascensor, las interminables escaleras, la galería, la casa del protagonista y su madre), incluso en planos de altura.
Los muñecos, confeccionados en papel maché y representando dolidos personajes de rasgos expresionistas, son animados a la vista prolija y delicadamente por los cinco manipuladores. El resultado evoca en forma clara la estética del cómic y del cine; no solo porque las imágenes están trabajadas en blanco y negro, sino puesto que los pequeños escenarios a veces giran sobre su eje, permitiendo un cambio de punto de vista a la manera de un 'travelling'.
No todo, sin embargo, es positivo. La dramaturgia pudo ser mejor: hay pasajes alargados, tiempos muertos y el relato suele volverse confuso. Por otra parte, recién pasada la mitad entra música, un par de guitarreos que suenan blandos y no aportan nada a la atmósfera (la obra cierra con una grabación del Himno del Minero de Lota). Muestra, además, inconvenientes técnicos: uno es que los manipuladores deberían usar guantes negros para neutralizar su presencia, el otro es que ocasionalmente cruzan por delante de la acción escénica.
Anfiteatro Bellas Artes. Parque Forestal s/n, en el costado norte del museo. Viernes 21 horas, sábado 20 horas y domingo 19 horas. $4.000 y $3.000. Reservas al 24991643.