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Cartas
Martes 16 de octubre de 2012
Muchos geólogos
Señor Director:
A 60 años de que la Universidad de Chile ofreciera a cinco alumnos el Curso Especial de Geólogos, el sistema universitario chileno adscrito al sistema de ingreso vía PSU ofrece más de 750 vacantes para estudiar Geología, según las cifras presentadas por “El Mercurio” el pasado 11 de octubre.
Esta hiperinflación de vacantes resulta del acentuado interés despertado en la juventud por la enorme exposición mediática de las ciencias de la tierra con las catástrofes naturales y mineras que han ocurrido en Chile últimamente, reforzado por la sostenida información de que los salarios de los profesionales geólogos están entre los más altos en el país. La demanda de profesionales en la minería en la próxima década, ante la proyectada inversión de 100 mil millones de dólares en el rubro, sugiere una generosa oferta de trabajo.
Ante todo este panorama favorable, el sistema universitario privado ha reaccionado creando carreras de Geología, cosa que no ocurría desde la Ley Universitaria de 1981, período en que el número de ingresos en las tres carreras tradicionales (U. de Chile, U. de Concepción, U. Católica del Norte) y en la U. de Atacama se mantuvo más o menos constante y bajo, en no más de 120 en total por año. Entre 2011 y 2013, se han sumado tres carreras de Geología en universidades del CRUCh, y siete en universidades privadas.
Establecer una carrera de Geología de calidad es complejo y caro pues es indispensable conformar un cuerpo significativo de académicos, instalar y mantener costosos laboratorios y realizar estudios en terreno. No es difícil pronosticar cuellos de botella infranqueables llegado el momento de realizar, por ejemplo, memorias de título a grandes cohortes en estas nuevas carreras si no disponen de personal y material adecuado en calidad y número.
Cabe preguntarse con qué realismo han considerado estos factores las instituciones que anuncian nuevas carreras de Geología. La responsabilidad de estos profesionales hacia la sociedad exige que su formación se realice al más alto nivel. La juventud chilena y el Estado deben estar vigilantes para que ello se cumpla.
Francisco Hervé
Dr. en Geología