La Competencia de Arbitraje Comercial Internacional es una propuesta educativa que busca enfrentar a alumnos de derecho de distintas universidades que actúan como abogados de las partes de un caso simulado, donde deben defender los intereses de sus hipotéticos clientes, primero en forma escrita y luego en forma oral, frente a tribunales arbitrales integrados por abogados y académicos, quienes evalúan y califican las presentaciones.
La competencia nació como iniciativa de la Universidad de Buenos Aires, a la cual se sumó luego como co-organizadora la Universidad del Rosario de Bogotá. En esta quinta edición la American University de Washington se incorporó como co-organizadora y sede anfitriona.
Y es a Washington donde los alumnos de quinto año y egresados de la Universidad Católica y de la Universidad de Chile tendrán que viajar el próximo 27 de septiembre hasta el 1 de octubre para participar en las competencias que establecen sus bases en las reglas de procedimiento de la Ley Modelo de Arbitraje Comercial de CNUDMI/UNCITRAL, así como las convenciones sobre reconocimiento y ejecución de sentencias arbitrales extranjeras (Nueva York 1958 y Panamá 1975) y los Principios UNIDROIT.
La preparación de los alumnos
EL 15 de febrero las universidades participantes debieron entregar la parte escrita del caso simulado y desde ese entonces se han estado preparando en la fase oral, que es lo que irán a defender a Washington. La UC ya había participado en las ediciones anteriores, y la U. de Chile es primera vez que lo hace: “Nuestros alumnos están familiarizándose profundamente con los hechos del caso, con nuestros propios memoriales y ensayando la oratoria”, dice Dyalá Jiménez, profesora de arbitraje y quien dirige el equipo de la U. de Chile.
El próximo 14 de septiembre ambas escuelas se enfrentarán en un “amistoso”, que será en el CAM Santiago. Se hará un tribunal simulado, tal como en la competencia de Washington, y como árbitros se contará con la presencia de Angie Armer (UAI), Elina Mereminskaya (CAM Santiago) y Felipe Ossa.
Habrá dos rondas, en las que cada facultad será demandante y demandado. “Será como tener el ‘clásico universitario’ en una competencia de arbitraje”, dice Rodrigo Bordachar, profesor de arbitraje y dirige el equipo UC.
Las dificultades
El año 2009 fue la versión de la competencia en donde más universidades chilenas participaron. Estuvieron presentes las universidades Católica, Católica de Valparaíso, Adolfo Ibáñez y la Andrés Bello. Sólo desde ese entonces las universidades Católica y la Católica de Valparaíso han sido constantes, hasta este año que entró la U. de Chile y salió la Católica de Valparaíso.
Esto se puede deber, según Rodrigo Bordachar, a dos factores principales. Primero, al costo. Años anteriores las sedes han sido en Buenos Aires y en Bogotá, “lo que implica mover presupuestos importantes en pasajes y alojamientos, y este año el presupuesto necesario para participar se ha elevado sustancialmente”, dice el académico. Por eso, cuenta que muchos alumnos que participaron en la etapa escrita deberán ceder sus puestos a los alumnos que tengan mejor desempeño en los ensayos orales. “En el caso de Derecho UC estimamos que podrán viajar entre 3 y 4 alumnos de los 9 que trabajaron”, dice. Y, aunque la facultad contibuyó con financiamiento, de todos modos han debido recolectar fondos entre amigos y colegas para poder apoyar a los alumnos, quienes también han hecho esfuerzos propios.
En cambio, a la U. de Chile le ha ido mejor en este ámbito: “Por fortuna hemos estado sumamente organizados y hemos recibido el apoyo de la Escuela de Derecho, tanto académico como financiero. Nos hemos propuesto llevar a los ocho miembros del equipo a Washington DC y estamos trabajando en conseguir mayores recursos”, dice Dyalá Jiménez.
El segundo factor a considerar como dificultad para que más universidades chilenas participen en este tipo de competencias, considera Rodrigo Bordachar, es que en muchas facultades de derecho no tienen arbitraje como una formación profundizada en sus programas de estudios. “Los acercamientos al tema son, normalmente, como una unidad en los programas de derecho procesal y muy limitadas a las normas del código orgánico y de procedimiento civil. Además, el arbitraje internacional prácticamente no se enseña en pregrado”, dice
Los resultados
En las tres versiones que han participado equipos chilenos, ninguno ha pasado de la primera ronda. Bordachar cuenta que los equipos chilenos compiten con varias universidades que ya han participado antes en este tipo de eventos. “Creo que nuestra principal deficiencia es no haber dado continuidad a nuestros competidores, en el sentido que cada año se renuevan completamente los equipos”, dice el profesor. Los nervios son los que suelen darles una mala pasada a los alumnos ante el tribunal arbitral, “los que logran superar en las siguientes, pero a veces es muy tarde para remontar”, dice.
Por eso ambos equipos han reforzado este año, la preparación en las audiencias orales. Los alumnos “son sumamente capaces y darán lo mejor de sí. Es imposible predecir cómo les irá comparativamente, puesto que se compite con excelentes equipos de la región”, dice Dyalá Jiménez.
Pero dejando de lado la competencia, el aprendizaje para los alumnos es múltiple señala esta profesora de la Universidad de Chile.”En cuanto a destrezas, los alumnos aprenden habilidades de organización de trabajo en equipo, definición de estrategia litigiosa, redacción persuasiva y focalizada, técnicas de oratoria y debate, y tolerancia y respeto entre los demás miembros del equipo. En cuanto al fondo, los alumnos profundizan sus conocimientos de derecho internacional privado y arbitraje comercial internacional. Además, en la fase de las audiencias, tendrán contacto con estudiantes de otros países profesores y árbitros, lo que contribuye al desarrollo integral de nuestros alumnos”, dice.