En Chile, las tres horas de la presentación de Janet Yellen frente al Senado llevaron a una conclusión principal: nuevas bajas para el dólar. La economista, elegida por Joe Biden para asumir la responsabilidad principal en las finanzas públicas y políticas fiscales de EE.UU., realizó hoy su discurso de aceptación para el cargo de Secretaria del Tesoro frente al Comité de Finanzas del Senado.
Quienes siguieron la audiencia desde Chile, destacaron que los acentos marcados por la expresidenta de la Fed, especialmente en lo que se refiere a su plan de alivio fiscal, son depreciativos para la moneda estadounidense, lo que significaría nuevas reducciones para el valor del dólar. "Se trata de un paquete fiscal muy potente en materia de monto", dice Sergio Lehmann, economista jefe de Bci. "Esto llevaría a un debilitamiento del dólar, lo que ya está siendo incorporado".
De acuerdo a Felipe Jaque, economista jefe en el Grupo Security, se verá un impacto en el dólar, "el cual se debilitará a nivel global, lo que es propicio para la toma de riesgo, y por tanto favorable para los mercados emergentes y las materias primas".
Yellen, quien podría ser confirmada en su nuevo cargo el jueves, recalcó que no buscará un tipo de cambio más débil para obtener ventaja sobre otras naciones y trabajará en contra de cualquier movimiento de otros países para seguir esa estrategia: "Estados Unidos no busca una moneda más débil para obtener una ventaja competitiva y deberíamos oponernos a los intentos de otros países de hacerlo", señaló frente a los senadores.
No obstante, se trataría de una marca para separarse su gestión de la que le precede. “Lo que busca este mensaje es aclarar que no se involucrará en la gestión monetaria que corresponde a la Fed, lo que implica diferenciarse de la gestión Trump, que realizó constantes llamados para que el banco central debilitara la moneda”, dice Fernando Gómez, fundador y principal ejecutivo de DVA Capital.
"Yellen regresa al discurso estándar del pasado en que el precio del dólar lo determina el mercado", dice Sergio Godoy, economista jefe de STF Capital. "Una mayor debilidad del dólar será consecuencia o efecto secundario, pero no resultado de una política deliberada".
Si bien no será su objetivo principal, el resultado del plan fiscal será depreciativo para la moneda estadounidense. "Esto va a llevar a una caída del dólar y a una apreciación del peso chileno, lo que puede ser aprovechado por el Banco Central para reconstituir el stock de reservas y hacer frente a la línea de crédito extraordinaria que le pidió al Fondo Monetario", dice Gabriela Clivio, académica de la U. Adolfo Ibáñez.
El efecto cambiario no fue lo único que se destaca de la presentación de la economista natural de California. "Pocas veces he visto a una persona que aspira a ser Secretaria del Tesoro opinar con tanta fuerza y convicción de todos los temas", dice Jorge Desormeaux, economista y presidente del Consejo Fiscal Autónomo, destacando cómo se explayó en política comercial, manipulación de monedas, salario mínimo, inversión en infraestructura, impuestos, equidad, y otros. "Para mí, más que una Secretaria del Tesoro, va a ser la conductora de la política económica de Biden".
Dentro de los variados temas que enfrentó con los legisladores, los observadores destacaron otros cuatro focos de su discurso: el plan de alivio fiscal, el foco en la salud, la postergación del problema del déficit fiscal y la relación con China.
RECUPERACIÓN MÁS VACUNA
Los agentes sacaron nuevas conclusiones sobre el plan de recuperación ante la “devastación generalizada”, en palabras de Yellen, que ha tenido la pandemia en la economía nacional, mencionando las altas tasas de desempleo, falta de bancos de alimentos y el cierre de pequeños negocios a nivel nacional.
La economista de 74 años defendió el paquete de rescate económico propuesto por el presidente electo Joe Biden y recomendó su promulgación. El proyecto, de US$ 1,9 billones, titulado Plan de Rescate Estadounidense, busca aumentar los pagos federales adicionales por desempleo a US$ 400 por semana, subir los pagos directos a US$ 1.400 y establecer un salario mínimo de US$ 15 la hora. El plan también destinaría US$ 350.000 millones en ayuda de gobiernos estatales y locales. Yellen los instó a actuar a “en grande", advirtiendo que sin dichas acciones la economía continuaría su retroceso hacia una “recesión más prolongada y dolorosa”, en medio de la pandemia del covid-19.
"En este momento, a corto plazo, siento que podemos permitirnos lo que se necesita para que la economía se recupere, para superar la pandemia", dijo Yellen al Comité de Finanzas del Senado, destacando que las tasas de interés son históricamente bajas y que la deuda -los pagos por servicios como porcentaje de la economía- son más bajos hoy que antes de la crisis financiera de 2008.
“Reafirma la necesidad de un nuevo estímulo fiscal, focalizado en los grupos más golpeados por la pandemia”, dice Lehmann, de Bci. “Particularmente, Yellen señala que debe ser fortalecido el apoyo a través de subsidios al desempleo y destaca el énfasis en reforzar los canales para distribución de vacunas. Esto es clave para la recuperación de la economía”.
El paquete de estímulo contempla US$ 70.000 millones destinados a aumentar las pruebas de covid-19 y acelerar los programas de vacunación. Dichas inversiones serían la mejor forma de contrarrestar el impacto económico a largo plazo, dice, pues ayudarían a mantener a la población en el trabajo, a hacer volver a los niños al colegio y permitir la operación de pequeños negocios.
“En 2021 se va a haber una diferencia en la recuperación entre los países que consiguen vacunar a su población y los que no; Chile, además de haber conseguido contratos con los laboratorio para asegurar cierta provisión, tiene intensas relaciones comerciales con países que encabezarán este proceso lo cual implica un buen augurio por parte del contexto internacional”, dice FG.
DÉFICIT Y FINANCIAMIENTO
Tras hablar de los billones de dólares que implica el plan de rescate a la economía, la ex presidenta de la Fed también tuvo que enfrentar críticas respecto al plan. Las preocupaciones, mayoritariamente del partido Republicado, se basan principalmente en el creciente déficit presupuestario del país lo que podría implicar mayores impuestos.
“Ahora no es el momento de promulgar una larga lista de reformas económicas estructurales liberales”, dijo el senador republicano Chuck Grassley en sus comentarios de apertura. Señaló que el Congreso acaba de aprobar un proyecto de ley de ayuda pandémica de $ 900 mil millones en diciembre. Señaló que la propuesta de Biden no está bien dirigida y dijo: "Es importante concentrar los esfuerzos en el alivio de la pandemia".
El senador John Thune, el segundo republicano de la cámara, le preguntó a Yellen "¿cuándo es demasiado?" con respecto a acumular deuda para financiar el aumento del gasto público.
Yellen dijo que "es esencial que coloquemos el presupuesto federal en un camino que sea sostenible" en el tiempo, pero que la situación empeorará si no se realizan inversiones ahora para respaldar el crecimiento económico. Afirmó tener en mente, junto con el presidente-electo, la carga de la deuda del país, pero destacó “las tasas de interés en mínimos históricos”, que favorecen el financiamiento de dicho plan. “En estos momentos nuestro desafío principal es que Estados Unidos vuelva a trabajar”, dijo.
La economista de California también destacó la necesidad de reorganizar el sistema tributario e incrementar los impuestos pagados por grandes empresas para financiar dichos planes. “Creo en el código fiscal justo y progresivo, donde las personas físicas y las corporaciones pagan su parte justa”, dijo. De esta forma se espera que la administración entrante fortalezca el escrutinio de las instituciones financieras y revierta muchos de los recortes de impuestos en los últimos años.
Aquí se abrió a la posibilidad de emitir un bono de larguísimo plazo, por sobre los 30 años con que emite deuda el Tesoro. “Uno de los elementos destacados fue que está pensando en emitir un bono a 50 años y que por ahora no va a subir impuestos”, dice Felipe Alarcón, economista jefe EuroAmerica. “Dijo, en su lugar, que quiere aprovechar el bajo costo de financiamiento para hacer una política fiscal en grande, por lo que va a tratar de tirar toda la carne a la parrilla”.
El senador republicano Rob Portman de Ohio advirtió que "no deberíamos sentirnos demasiado cómodos" con los bajos costos de los préstamos, ya que eso podría cambiar. Dijo que la relación deuda-producto interno bruto ahora es "aterradora".
“El mundo ha cambiado; creo que es probable que el futuro traiga tasas de interés bajas durante mucho tiempo”, dijo Yellen. "Pero, por supuesto, existe el riesgo de que las tasas de interés puedan aumentar y debemos considerar ese riesgo también al diseñar una política sostenible y responsable".
“Por ahora, el cómo financiar el déficit no es lo prioritario, pues las tasas están muy bajas por lo que la emisión de deuda es la mejor opción. Pero en algún momento van a subir y habrá que cubrir el agujero que generó la pandemia, lo cual llevará a alzas tributarias”, dice Gómez, de DVA.
SE MANTIENE LA AGENDA CHINA
Después del paquete de estímulo y su posible financiamiento, los miembros del Comité de Finanzas del Senado, interrogaron a Yellen sobre políticas económica exterior, específicamente en referencia a China.
Yellen dijo que Estados Unidos está preparado para enfrentar las prácticas comerciales y económicas "abusivas" del gigante asiático, mostrando así una posible continuación de las políticas instauradas durante la presidencia de Donald Trump: "China está socavando a las empresas estadounidenses mediante el dumping de productos, erigiendo barreras comerciales y otorgando subsidios ilegales a las corporaciones".
A esto Yellen agregó la necesidad de volver el país norteamericano más competitivo, enfatizando la necesidad de invertir en infraestructura e investigación y desarrollo: “En el largo plazo tenemos que asegurarnos que el trabajador estadounidense pueda competir en un ambiente muy desafiante”.
“Una de las grandes sorpresas de su discurso fue justamente las referencias a China, en donde presentó un tono más fuerte del que se habría esperado”, dice Fernando Gómez, de DVA Capital. “El tema parecía caricaturizado por los tweets de Donald Trump, pero ahora toma un lenguaje más diplomático y más serio, en señal de que se trata de una prioridad más transversal de lo que uno habría imaginado”.
Se destaca de todos modos que no será una batalla bilateral entre las dos mayores economías del mundo, sino que se buscarán acuerdos con los aliados tradicionales de EE.UU., restableciendo en este y otros temas la importancia de la multilateralidad, a diferencia de lo que fue el Gobierno de Donald Trump.