15 meses de compras de dólares provenientes del Banco Central le esperan al mercado cambiario formal chileno, en adquisiciones regulares de divisas por US$ 40 millones diarios que completarán un total de US$12.000 millones.
De este modo, el emisor local pone reversa a su intervención anunciada el 28 de noviembre de 2019 tras el estallido social, cuando se comprometió a vender hasta US$ 10.000 millones –el 25% de sus reservas internacionales– en el mercado spot y otros US$ 10.000 millones a través de forwards, en medio de una fuerte depreciación del peso.
Afortunadamente, de acuerdo a agentes del mercado, vendió mucho menos. De dicha cifra, finalmente enajenó US$ 2.550 millones en el mercado spot y US$ 4.565 millones en el de derivados (NDF). Y es que las reservas internacionales del reconocido organismo local, que al cierre de 2020 marcaban US$ 39.165,7 millones, se sitúan por debajo de las de varios de sus pares, pese a que el país enfrenta una fase de incertidumbre política asociada, particularmente, a la nueva constitución.
La recomposición de las reservas es una de las cinco grandes consecuencias que enumera el mercado para referirse a la medida. Además, “es una buena ayuda a un mercado que estructuralmente estaba muy largo”, dice Eduardo Orpis, estratega en renta fija y divisas en Gemines Consultores, en alusión a agentes locales que ya habían tomado posiciones con un dólar más alto ante los riesgos locales, viéndose sorprendidos con la reciente caída. Este miércoles, el billete verde cerró con un alza de $15,3 hasta los $741,9, con lo que el peso fue la moneda que más se depreció en el mundo. Para otros, sin embargo, esto refleja el reconocimiento de un “nuevo tipo de cambio de equilibrio”. A continuación, las cinco claves del anuncio del emisor que sopesa el mercado:
1. RECONFIGURANDO RESERVAS
El objetivo del programa anunciado es aumentar las reservas internacionales de Chile hasta alrededor del 18% del PIB, de acuerdo al emisor. Esto luce más que necesario, dicen estrategas. “Incluso antes de la intervención, el nivel de reservas se estaba quedando atrás respecto a otros centrales equivalentes”, dice Felipe Alarcón, economista jefe de EuroAmérica.
"Al final del programa, las reservas internacionales deberían alcanzar alrededor del 110% de la Métrica de Adecuación de Reservas (ARA) del FMI, por tanto, dentro del rango recomendado de 100-150%, en comparación con menos del 90% actual", dijo Goldman Sachs en un reporte citado por Valor Futuro.
"Creemos que la medida es necesaria para fortalecer los colchones externos de Chile, particularmente a la luz de la experiencia posterior a las protestas de octubre de 2019, que llevaron a un debilitamiento sin precedentes del peso chileno que exigió una fuerte intervención del Banco Central", añadió.
“Pienso que el Central se está ajustando para el mediano y largo plazo considerando que, ante eventuales shocks, estas reservas que teníamos eran un poco ajustadas cuando uno las compara internacionalmente con respecto al tamaño de la economía, y eso, de alguna manera es más precautorio”, dice Felipe Jaque, economista jefe en el Grupo Security.
2. PREPARÁNDOSE PARA EL ESCENARIO LOCAL
No se trata solo de re-equilibrar las reservas, dicen en el mercado. También de prepararse para un escenario más desafiante ad portas de la discusión constitucional y las variadas elecciones que se avecinan.
“¿Por qué necesitaría aumentar las reservas? ahí puede estar el tema de tener balas para intervenir en el futuro, pensando en todo lo que viene en los próximos dos años localmente”, dice Fernando Montalva, estratega en Acciona Capital. “Además, al recomprar los dólares que vendió sobre $800 genera recursos frescos por la ganancia por diferencia de precio”, señala.
De hecho, en medio de los riesgos locales, algunos se preguntan si el organismo será capaz de completar el calendario de compras. “El tema también a mirar es si el Central completa la compra por las turbulencias que pueden venir más adelante por la elección de los constituyentes (no un gran tema para mí, pero sí para otros agentes) y la elección presidencial (que sí puede ser un gran tema, en mi opinión)”, dice Sergio Godoy, economista jefe en STF Capital. “El compromiso es comprar en 15 meses, y eso es un período bien largo”, señala.
3. RECONOCIENDO UN NUEVO EQUILIBRIO
Los niveles que marcaba el dólar cuando el Central hizo el anuncio evidencian otra importante clave, de acuerdo a estrategas. “Lo interesante acá es que a los niveles en que está realizando la intervención”, dice Felipe Jaque, de Grupo Security. A su juicio, “el Central se siente relativamente cómodo realizando la compra de reservas a niveles de $730-$740, dando luces de que efectivamente considera que los niveles de equilibrio del tipo de cambio luego de los procesos políticos-sociales que hemos tenido en el último año y medio son más altos que los históricos”, señala.
“Me parece que el Banco Central está buscando bajar la volatilidad: si le pone un piso en $700 y un techo en $780-800, lograría eso”, dice Montalva, de Acciona Capital.
“Según nuestras expectativas, era bastante probable una eventual medida por parte del Banco Central para recuperar las reservas utilizadas el último año luego de la importante apreciación de la paridad local”, dice Martina Ogaz, economista de EuroAmérica. “Dado lo anterior, creemos que es probable que el tipo de cambio local establezca como valor de equilibrio niveles en torno a los $750, sobre todo pensando que esta medida se llevará a cabo en 15 meses, sumado a un escenario económico con bastantes riesgos por el lado sanitario (segunda ola), con lo cual un tipo de cambio más elevado podría ayudar a reactivar o incentivar la producción en sectores ligados a las exportaciones”, afirma.
4. DE CORTO PLAZO
En el mercado existe consenso en torno a la influencia de este tipo de medidas en las paridades cambiarias: su efecto es de corto plazo.
“Esperamos una reacción de corta duración al anuncio de hoy. La naturaleza no discrecional del programa está diseñada para que no sea visto como una ‘intervención’ del tipo de cambio, dado el compromiso del Banco Central con un régimen cambiario de libre flotación", dijo el banco estadounidense Citi en un
reporte a clientes.
El banco hizo una comparación con el anuncio de enero de 2011, cuando el emisor apuntó a una acumulación de reservas de US$ 12.000 millones mediante el uso de una regla muy similar: compra de US$ 50 millones por día durante un año. "El impacto del anuncio de 2011 en el peso chileno fue de corta duración. Corrimos dos estudios para comprender el impacto de esta medida. Primero, hicimos un simple estudio de eventos de cómo se negoció el peso chileno alrededor de la fecha del anuncio. Encontramos que el CLP se debilitó aproximadamente un 7% frente al dólar estadounidense y cerca de un 5% frente al dólar australiano en los 5 días posteriores al anuncio, con la mayor parte del movimiento en los primeros 2 días", afirmó.
El banco también hizo una regresión del peso comparado con el cobre y el dólar australiano (para controlar la oscilación global). "Aquí también encontramos que el impacto fue de corta duración, ya que en abril (cuatro meses después) el tipo de cambio se estaba negociando de nuevo en línea con estos factores. En este análisis más largo, también encontramos que el menor rendimiento inicial (del peso) fue seguido por un período de rendimiento superior", indicó.
Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, asegura que el efecto sobre la paridad "es más bien importante en el corto plazo: de acuerdo a intervenciones pasadas, estamos hablando en torno a 3-4%, que es lo que estamos observando principalmente hoy día, para luego ir diluyéndose gradualmente". Recuerda que "la evidencia empírica muestra que el tipo de cambio vuelve a alinearse completamente con sus fundamentos (cobre, diferenciales de tasa, confianza, premio por riesgo), al cabo de doce meses".
“Yo creo que esta intervención del Central tal vez es una forma de tener una apreciación más controlada del peso chileno”, dice Arturo Curtze, analista senior en Alfredo Cruz y Cía. “En las ocasiones en que ha intervenido bajo una tendencia distinta a la que está tomando el dólar norteamericano, esto dura solamente días, pero luego nuevamente el tipo de cambio sigue la tendencia del dólar global”, indica.
5. UN ROL MÁS VISIBLE
Sergio Godoy, de STF Capital, cree que el movimiento involucra consecuencias que van más allá del efecto cambiario. “Considerada la proximidad de la intervención anterior, esto muestra que a partir de octubre del 2019 entramos en un período donde el Banco Central va a ser mucho más activo en manejar la liquidez internacional y local”, señala. A su juicio, esto “hace que Chile se parezca mucho más ahora a sus pares latinoamericanos que antes de octubre del 2019”.
“Puede ser”, dice Felipe Alarcón, de EuroAmerica. “Pero creo que al final del día el Banco Central se vio empujado por las circunstancias (estallido social, pandemia, etc.), no porque quiera hacerlo: en el caso hipotético de que los shocks de este tipo vuelvan a la normalidad, no tengo duda de que el organismo volverá a mantenerse en el margen”, afirma.
La discusión constitucional, sin embargo, puede contemplar el rol que el Banco Central cumple en la economía, reconoce Alarcón. “Sí le dan más objetivos, tendrá que adaptarse a ellos, no más”.