“A la derecha la vemos más organizada, con un plan de trabajo, y la izquierda gracias a dios no está coordinada para poder proponer medidas que vayan en contra del sistema”.
La visión corresponde al presidente de una conocida corredora de bolsa local, y refleja uno de los motivos por los que renta variable chilena se habría sumado sin contrapesos al
rally emergente tras el triunfo de Joe Biden en EE.UU. y la confirmación de vacunas para enfrentar el covid-19. Desde el plebiscito del 25 de octubre hasta este lunes –límite para inscribir las candidaturas a constituyentes–, el IPSA
IPSA : +1,14 ha pasado desde los 3.807 a los 4.552 puntos.
“Todo indica que, además de independientes que se distribuyen en torno a 80% en la centro izquierda y 20% en la centro derecha, hay dos listas y ‘media’ de oposición: la de la Unidad Constituyente, la del Frente Amplio con el PC y una tercera, no con la misma fuerza a nivel nacional, del Partido Humanista y otros grupos de izquierda en torno a la figura de Pamela Jiles”, dice Gonzalo Müller, director del centro de políticas públicas de la Universidad del Desarrollo. “Así, mientras en la centro izquierda hay una gran dispersión de fuerzas, el contraste es que Chile Vamos más Republicanos lograron llegar a acuerdo en una sola lista a nivel nacional”. Por lo tanto, “se han ido cumpliendo requisitos importantes para pensar que Chile Vamos va a obtener más de un tercio de la representación, e incluso no sería extraño que se acercara más al 40%”, dice Müller.
“El error de los del apruebo de ir en varias listas separados, mientras la derecha va junta, es difícil de exagerar”, dice Gabriel Palma, académico chileno de la Universidad de Cambridge. “Es un error histórico de proporciones”.
“Efectivamente hay una percepción de menor riesgo político, en parte porque la oposición aun se encuentra diluida, pero también debido a la falta de efectos catalizadores”, dice Carolina Ratto, Head Equity Research en Credicorp Capital. "A lo me refiero es que, más allá de la inscripción de las listas el día de hoy, hay que esperar un poco más para ver como se vienen las elecciones en abril".
La dispersión de la centro izquierda bajo un sistema electoral que premia a la lista más votada genera tranquilidad en el mercado financiero local, usualmente distante de los anhelos de cambios al marco constitucional actual. Advierten, con todo, que de no darse una conversación que derive en acuerdos, la inestabilidad podría volver a pesar en el entorno.
Por lo pronto, y ante reglas que exigen el consenso de dos tercios de la convención constitucional para aprobar nuevas normas, la dispersión de candidatos en la oposición es bienvenida por varios. “Estoy de acuerdo con las opiniones de los estrategas: esto seguramente limita el riesgo de una constitución muy extrema”, dice Mathieu Racheter, analista de mercados emergentes del banco suizo Julius Baer. “Creo que los mercados se centrarán cada vez más en las próximas elecciones presidenciales de noviembre”, añade.
Una de las características principales del sistema electoral D'hondt, que regirá para la elección de los 155 constituyentes, “es que premia muy fuertemente a la lista más votada”, dice Gonzalo Müller, de la UDD. “Y yo creo que ese será el caso de la lista de Chile Vamos, por lo que en el margen recibiría más representación”.
Gabriel Palma, quien también es académico de la U. de Santiago, coincide. “Como siempre, la derecha tiene la capacidad de 'acción colectiva' (collective action), impidiendo que los que tienen incentivos para free-ride lo hagan. La centro-izquierda e izquierda, como siempre, lucen cortos de vista. Eso no solo va a significar que la derecha seguro saca más del tercio (va a estar sobre-representada), sino va a desmoralizar a mucha gente del apruebo (contra los políticos "de siempre"). Eso puede aumentar la abstención entre los del apruebo”, indica.
LA CONVERSACIÓN CONSTITUCIONAL
Con la perspectiva de que el sector que ha defendido la actual constitución logre tener “poder de veto”, el foco del mercado pasa a otra dimensión. “La dispersión de algunos sectores es bien vista por el mercado, aunque es clave lo que se viene hacia adelante en materia de consensos”, dice Felipe Bravo, gerente de estrategia en Sartor Wealth Management.
A su juicio, la discusión respecto a la composición debe verse más allá que una simple reducción al número de representantes de izquierda o derecha y “debe llevarse al campo de las ideas y fundamentalmente en la capacidad de alcanzar acuerdos. Si es que no se logra, el resultado de todo el proceso es incierto”.
“Me parece que nunca ha estado muy en duda que la derecha obtenga al menos un tercio de los convencionales y por lo tanto no me parece relevante que una mayor probabilidad de cruzar ese límite sea muy importante”, dice Alejandro Fernández, gerente de Estudios en Gemines Consultores. “Lo importante, en mi opinión, son dos cosas: primero, si la voluntad es de buscar acuerdos o no en la convención y, por lo tanto, si es posible que se escriba una constitución razonable con amplio respaldo. La capacidad de veto me parece que es un recurso de última instancia y muy preocupante. Si todo termina siendo vetado por el tercio la constitución va a ser mínima y todo va a quedar a al arbitrio de leyes en el congreso, lo que me parece un mal resultado”, señala. “Lo segundo es el ambiente en que se desarrolla la convención. Si hay violencia, funas, amenazas y presiones, lo que salga va a ser poco representativo y grave para el futuro del país”.
Gonzalo Müller, cercano a la UDI, no espera que en esta ocasión la posición de Chile Vamos apunte a la resistencia al cambio. “Las posiciones más flexibles van a tender a ser más exitosas que las inflexibles. El riesgo es que tanto los que quieran refundar Chile como los que no quieren que se toque nada queden fuera de la conversación y finalmente sean las fuerzas moderadas la que construyan los dos tercios en un punto intermedio”.
El analista político delinea el escenario que se avecina. “Esto puede llevar a algo que quizás va a ser difícil de entender al principio, pero que obedece a la realidad de nuestra sociedad: que haya más de un principio inspirador al mismo tiempo. Por ejemplo, que nuestra constitución, como sostiene la centro izquierda, establezca un estado social de derechos, pero que al mismo tiempo mantenga al principio de subsidiariedad, y que ambos principios se articulen”, señala, asegurando que la constitución alemana cuenta con esa estructura.
Bajo este cuadro, en el mercado se constata más calma que en buena parte del periodo post 18 de octubre de 2019. “Coincido que la elección de los constituyentes no debiera ser un gran evento para el dólar local”, dice Sergio Godoy, economista jefe en STF Capital. “Mi visión se basa en que la inmensa mayoría de la población quiere hacer reformas relevantes a la constitución para poder participar del éxito, pero no refundar el país”.