Pese a todos los cambios que ha tenido la industria de fondos mutuos en los últimos 10 años, hay un factor que se mantiene: el predominio de las grandes gestoras bancarias. Así lo señala un estudio de la clasificadora de riesgo ICR en el que evalúa las grandes tendencias que ha atravesado la industria en la última década. El reporte explica que, no obstante, las transformaciones que ha tenido el sector, los mayores activos siguen siendo controlados por las mismas tres administradoras bancarias que dominaban la industria a fines de la primera década de este siglo.
“En 2009, la industria estaba compuesta por 16 administradoras generales de fondos. Banchile, Santander Asset Management y BCI administraban el 57,4% del patrimonio efectivo. Una década después, la situación no es del todo distinta”, dice el estudio. “Había en 2019 un total de 18 administradoras y las tres mencionadas se mantenían liderando en términos de participación de mercado, representando en conjunto un 53,1%”.
De esta manera, el crecimiento del patrimonio efectivo se explica, en buena medida, por Banchile, Santander Asset Management y BCI, que daban cuenta del 23%, 13% y 14% del incremento total, respetivamente.
El reporte de ICR destaca el crecimiento continuo de la industria en la última década, el que se ve reflejado en un “alto incremento” en el patrimonio efectivo y número de partícipes, se basó en la mayor oferta de las administradoras, en el desarrollo de la industria financiera y la confianza generada por los inversionistas minoristas e institucionales. Así, el patrimonio efectivo gestionado el sector, a diciembre de 2019, alcanzó los $44.495.102 millones, acumulando un alza de 156% desde diciembre de 2009.
A esto se suma que en 2015 se registró el mayor número de fondos activos, 518, que luego decayó en 9,5% hasta 2019, alcanzando los 469 fondos, similar a los 466 registrados en 2009.
CAMBIOS EN LA DÉCADA
Unos que perdieron parte de su dominio durante la última década fueron los fondos mutuos de deuda de corto plazo. Hacia fines de 2019, estos instrumentos representaban el 52% del patrimonio efectivo administrado, con un total de $23.080.647 millones. Diez años antes, la participación era cercana al 62%. La disminución se explica, en parte, por la popularización de vehículos de deuda de mediano y largo plazo, y de fondos balanceados agresivos, conservadores y moderados. Pese a ello, la deuda de corto plazo anotó un crecimiento acumulado del 114% desde 2009, logrando explicar un 45% de la expansión del patrimonio efectivo del sector.
A nivel de partícipes, los fondos mutuos de deuda de corto plazo, se llevan el 47% del total de la industria lo que demuestra, no obstante, la importante posición que mantiene en el sector.
IMPACTO DE LAS CRISIS
En lo que refiere al último año, el reporte hace referencia a otros aspectos y su impacto en la industrian de fondos mutuos. Según ICR, a raíz de la crisis social, la industria de fondos mutuos experimentó un cambio en las preferencias de los inversionistas. De esta manera se observó una migración hacia monedas refugio, registrándose aumentos significativos en los patrimonios de fondos de corto plazo denominados en dólares.
“Esto se vio reflejado en una baja sostenida en participaciones en fondos de mediano plazo y un aumento en fondos de corto plazo, los que representan una alternativa atractiva en tiempos de alta volatilidad debido a su baja sensibilidad a los cambios en las tasas de interés”, dice el estudio.
En lo que refiere a la crisis sanitaria, los efectos fueron rápidamente recibidos en el sector. Así fue como la participación en inversiones en mercados internacionales fue disminuyendo a medida que avanzaba la pandemia por mundo.
“Los fondos de deuda a corto plazo ganaron aún más fuerza, aumentando su participación hasta componer el 60,8% del total del patrimonio efectivo. A marzo de 2020, el patrimonio de fondos de corto plazo, denominados en pesos, mostraba un aumento de un 8,1% en comparación con febrero de 2020. En el caso de la renta variable, a marzo de 2020, los fondos accionarios internacionales exhibieron un flujo neto negativo por casi $255.000 millones, evidenciando rescates sustanciales”, señala el estudio.
El estudio también hace énfasis en los efectos en la industria de las medidas de mitigación de parte del gobierno y el Congreso, políticas públicas, esfuerzos del Banco Central, entre otros. Los resultados de estas medidas pueden verse tanto a nivel agregado como por el tipo de inversión y objetivo de los vehículos.
“Al cierre de marzo de 2020, el patrimonio efectivo administrado por la industria de fondos mutuos alcanzaba los $44.031.051 millones. Cerca de un 82% de ese total estaba acumulado en vehículos cuya finalidad era invertir en instrumentos de deuda”, se detalla en el reporte. “Durante el segundo trimestre de 2020, el patrimonio gestionado aumentó en un 12,1%, alcanzando los $49.351.904 millones. Por su parte el número de partícipes subió levemente en 48.170, llegando a 2.605.715”.
LA EMERGENTE ASIA EMERGENTE
En este contexto, el informe también destaca la entrada de nuevos capitales para invertir en mercados desarrollados y particularmente en Asia Emergente. Una respuesta a la recuperación económica más temprana observada en China, con respecto a las economías desarrolladas, y respaldada por las cifras de producción industrial y consumo de meses recientes.
Según el estudio las inversiones en Asia Emergente, principalmente China, lideraron el crecimiento de este segmento entre marzo y septiembre de 2020. Los fondos mutuos que invierten en este destino crecieron un 78,7% en el período, explicando un 36% del aumento patrimonial de los vehículos accionarios internacionales (que alcanzó un 33,5%).