El último informe “VI Barómetro de la Deuda” evidenció una disminución en el monto promedio de la deuda de las empresas y personas naturales que inician un proceso de quiebra. Sin embargo, los resultados del sondeo no son alentadores, pues implican que quienes están quebrando son quienes tienen menos oportunidad de sortear una crisis.
En detalle, el análisis elaborado por Defensa Deudores y la Universidad de Playa Ancha, muestra que, durante el último trimestre móvil, agosto - octubre, las empresas iniciaron su proceso de quiebra con una deuda promedio de $59 millones, lo que se traduce en una disminución del 11% frente a julio-septiembre. Mientras tanto, las personas lo hicieron con una deuda promedio de $22,8 millones, un 8% menos.
La disminución se explica, en palabras del gerente general de Defensa Deudores, el abogado Mario Espinosa, porque “están quebrando personas y empresas más frágiles, con menos posibilidad de soportar una crisis como la actual”.
Las pymes, empresas familiares y las personas que trabajan con su RUT, son las más vulnerables, no tienen una espalda financiera, ni acceso al crédito y, por consecuencia, su endeudamiento es menor. Se suma, sostienen desde Defensa Deudores, a que es muy probable que no hayan podido acceder a las líneas de crédito Covid o las ayudas entregadas por el Gobierno, siendo para ellos aún más complejo sobrevivir en medio de la crisis.
BRECHA POR GÉNERO
En el análisis por género, el informe muestra que las mujeres poseen una deuda promedio que es 24% menor a la de los hombres, con una diferencia de $6,2 millones.
Mario Espinoza, de Defensa Deudores, dice que esto es resultado de la brecha salarial entre ambos géneros, considerando el contexto en que “a igual cargo e igual preparación académica y profesional, las mujeres tienen menores ingresos. Eso se traduce en que tienen menos acceso al crédito, les prestan menos dinero y se liquidan con deudas menores a las de los hombres”.
Un dato que preocupa, ya que, la brecha del promedio de la deuda entre hombres y mujeres vuelve a expandirse, tras haber disminuido a $4 millones en el trimestre de julio-septiembre.
Otra de las alertas del sondeo apunta a la morosidad de los adultos mayores, entre los 50 y 65 años, quienes aumentaron el monto promedio de su deuda de $27,8 millones a $29 millones en el último trimestre. En el caso de las personas de 65 años y más, el incremento fue leve, alcanzando $24,7 millones, en promedio.
El endeudamiento de este segmento preocupa, pues se genera por el agobio entre el término de la vida laboral y el inicio de la jubilación, que implica una disminución en sus ingresos.
Quienes presentaron una menor deuda son los jóvenes entre 18 y 29 años, con un monto promedio de $ 16,9 millones, mostrando una leve alza respecto al periodo anterior.
El único tramo de edad que disminuyó el promedio de su deuda fue el de entre 30 y 49 años, pasando de $27,2 millones a $25 millones.