“India es un mercado en crecimiento para las cerezas. Si bien el volumen actual es limitado, hay enormes oportunidades. India produce una pequeña cantidad de cerezas que se consumen en los meses de agosto y septiembre, por lo tanto no compite con la oferta chilena”, afirma Claudia Soler, gerenta del Comité de Cerezas.
Al 31 de enero se exportaron 448 toneladas a la India, una cifra que palidece frente a un mercado como China, pero que representa un sólido crecimiento anual de 31%. Gracias al Acuerdo de Alcance Parcial que tienen Chile y la India, esa fruta no paga aranceles de ingreso, frente al 30% que se aplica a otros orígenes.
“India podría convertirse en una nueva China en la medida que se superen los desafíos que tiene el mercado”, sentencia Soler.
Las tareas para concretarlo son enormes. Partiendo por la falta de rutas navieras directas a ese mercado, pasando por la lenta negociación para ampliar el Acuerdo de Alcance Parcial y el desconocimiento de las particularidades de ese mercado por parte de las empresas chilenas.
“Para los exportadores, uno de los grandes temas es cómo mejorar nuestra presencia en la India. Es un mercado de cerca de 1.400 millones de personas y que en 2023 va a tener un alto crecimiento económico. Sabemos que hay una población de altos ingresos y joven que busca alimentos extranjeros con valor agregado, justo lo que ofrece Chile”, afirma Claudio Cilveti, presidente del Consejo Exportador de Alimentos, organismo que reúne a los principales gremios del sector.
Alto crecimiento
La más reciente proyección del Fondo Monetario Internacional es que la economía de la India crecerá 6,1% en 2023. Ese dato llama la atención de los productores de alimentos chilenos. No se trata solo del aumento del poder de compra, sino que los consumidores indios se están enfocando en alimentos que encajan con la oferta exportadora chilena.
“Tras el impacto por la llegada de la pandemia, los confinamientos y los contagios, y ya pasada la situación crítica del covid-19, la tendencia predominante en la población local está inclinada a la alimentación sana, con productos funcionales que tengan aporte vitamínico, además de buen sabor. La inclinación a este tipo de dieta se vincula también a la alta tasa de diabetes de los indios, siendo una de las más altas del mundo. Hemos visto que, como respuesta a esto, se ha incentivado el consumo de frutos secos, justamente como las nueces en snacks saludables, tendencia a la que Chile se ajusta con sus envíos de este producto que en 2022 alcanzó los US$ 64 millones. También existe un alto porcentaje de población orientada al consumo de productos saludables de origen agropecuario, tenemos también aquellos que se inclinan por productos del mar como el salmón y otros tipos de alimentos derivados de los cereales”, sostiene Marcela Zúñiga, directora comercial de ProChile en Nueva Delhi.
Según explica Claudio Civelti, entre 2020 y 2021, la importación de productos agrícolas en la India subió 43%, llegando a US$ 33 mil millones, 43% de alza en un año. “En la India hay interés por alimentos de alta calidad, con inocuidad y envasados”, agrega Cilveti.
En la oficina de ProChile en la India explican que el embalaje de los alimentos se ha convertido en un punto clave para una buena entrada en el retail. Actualmente, es la población india de clase media-alta y alta la que busca diferenciarse en cuanto a consumo, apostando siempre por “lo mejor del mercado”, por lo que estarían dispuestos a pagar por la exclusividad, inclinándose por productos importados, con empaques originales, idealmente con colores dorados y rojos brillantes, que llamen la atención y sean diferentes.
El packaging por sí solo no garantiza el éxito de un producto, sino que además tiene que estar acompañado de una campaña de difusión tanto en puntos de venta, canales de comercio electrónico y en redes sociales.
“Las celebridades aquí realmente influyen en el consumo, por lo que se necesita tener una estrategia de comunicación que cuente con una oferta atractiva, exclusiva y diferenciadora”, advierte Marcela Zúñiga.
La experta comercial ve oportunidades interesantes para las paltas, almendras, pistachos, avellanas, ciruelas deshidratadas, frutas congeladas, productos del mar y alimentos procesados, entre otros.
Acelerar negociaciones
Angélica Valenzuela prefiere ver la copa que está por llenarse. La gerenta de Wines of Chile advierte que la India solo consume 0,2 litros de vino por persona. “Es como China hace 15 años”, resume.
En 2022 se exportaron casi 54 mil cajas de vino a la India, sumando US$ 1,3 millones. Una cantidad muy baja dentro de la oferta chilena.
En todo caso, Valenzuela explica que van a hacer un trabajo importante de márketing en ese mercado durante este año, con presencia en ferias de vinos, capacitación de sommeliers, trabajo con influenciadores y líderes gastronómicos, además de invitar a comunicadores indios a Chile.
La gerenta de Wines of Chile argumenta que conquistar ese mercado es una tarea de largo plazo. En todo caso, el principal freno al crecimiento no es el desconocimiento sobre Chile, sino que la política comercial india, que tiene al vino con un arancel de más del 150%. Si a eso se suman los ingresos de los importadores y del retail, las pocas botellas chilenas se venden con un recargo sobre el 400% cuando llegan al consumidor final.
La India tiene una historia de proteccionismo de su producción local mediante altos aranceles. Uno de los primeros pasos de su historia para liberalizar su comercio fue la firma de un Acuerdo de Alcance Parcial (AAP) con Chile en 2007, en el que 178 productos chilenos tuvieron rebajas en los impuestos de internación.
En 2017 se amplió el AAP a 1.105 productos chilenos. En todo caso, alimentos estrella como los vinos siguieron con altos aranceles. Incluso las nueces recibieron un alza de 100% producto del interés de las autoridades indias por proteger a los productores de nueces de Cachemira.
El inicio de la discusión de la segunda ampliación del AAP en 2019, que potencialmente podría cambiar la situación de 10.961 productos, fue vista con altas expectativas por el sector privado.
Sin embargo, las conversaciones se estancaron a poco de iniciarse. Según los privados consultados, esa situación se produjo por el poco interés de las autoridades indias. Mientras tanto, la India cerró acuerdos comerciales con el Reino Unido y Australia. En el caso de los oceánicos, incluyendo sus vinos.
“India está en una de las regiones más dinámicas del comercio internacional y es un enorme potencial para Chile. Por eso trabajamos hoy para reimpulsar las negociaciones, seguir profundizando y abriendo nuevas oportunidades a nuestro comercio bilateral y atraer inversiones. Así, posicionamos a Chile como una plataforma latinoamericana para las empresas de India en sectores como minería, tecnologías de información, energías verdes, comercio digital y servicios. A esto queremos sumarle cooperación en la transición energética, en ciencia y tecnología, y en otros ámbitos de mutuo beneficio para ambos países”, sostienen en la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei).
En el sector privado están abiertos a apoyar un relanzamiento de las negociaciones.
“Si tenemos que viajar varias veces al año a la India para conversar con las autoridades, estamos dispuestos a hacerlo. No solo tenemos claro que es un mercado potencial muy interesante, sino que también somos muy complementarios. Somos un país demandante de bienes y servicios que ofrece la India. Por ejemplo, las empresas de software de ese país pueden tener posibilidades de crecer en Chile”, sostiene Claudio Cilveti.
El dirigente cree que también hay espacio para mejorar el transporte naviero a ese país, pues hoy tarda hasta 45 días, lo que para rubros como las frutas frescas es un freno importante.