"Es una gran felicidad, una satisfacción enorme lo que estamos compartiendo con Pedro Juan Espinoza: ganar nuevamente y con nuestros caballos del criadero Carimallín", dice Arturo Ríos Moll tras adjudicarse la XVIII Final del Rodeo para Criadores, disputada en la medialuna de Lanco.
La dupla, que completa su séptima temporada en competencia, triunfó en los caballos Relincho y Listo No Más, tras anotar 34 puntos buenos el domingo 22 de enero pasado.
Fue este el segundo título obtenido en el rodeo para criadores, luego que en la final de 2020, en Collipulli, ganaran con el mismo caballo Listo No Más y la yegua Petaquita.
Dura pelea
La lucha por el título fue muy disputada desde el primer toro y hasta el final del rodeo y congregó a colleras de la alta competencia, comenta Arturo Ríos.
"Varias colleras de muy buen nivel estuvieron marcando mucho, entre 10 y 12 puntos y al final del tercer toro estábamos con entre 21 y 25 puntos. Pasamos al cuarto toro parejitos. Ahí pudimos hacer una buena carrera. Fuimos paso a paso, sin arriesgar mucho, y con atajadas de a tres pudimos lograr 10 puntos y con eso salir campeones", señala.
Pero llegar a la final requirió un arduo trabajo.
"Corrimos la Primera Serie A con los potros Refrán y Alcahuete y los pudimos premiar altiro, pero con los caballos que al final salieron campeones nos costó mucho. Corrimos la última serie, la Tercera B y ahí recién pudimos entrar. Fue el domingo en la mañana, ganamos la serie con 25 puntos y en la tarde corrimos la final y conseguimos lo que todos los huasos estamos buscando cuando entramos a una medialuna: lograr el triunfo", comenta.
Fue un triunfo muy lindo, porque fue harto peleado, con colleras muy competitivas, complementa Pedro Juan Espinoza, jinete de 36 años de edad, que desde los 14 años está en el rodeo. Sus mayores logros son los dos títulos en la final de criadores y haber corrido tres toros en el Champion de Rancagua cuatro veces y haber estado nueve veces en la final de Chile.
"Fue lindo también para el criadero, para el equipo y para las familias que están detrás. Nos sacrificamos harto para andar bien y siempre tratando de estar preparados para cuando se nos dé la oportunidad y esta vez ocurrió", señala Espinoza.En suma, fue un desenlace dramático para uno de los eventos más importantes del calendario corralero, que esta vez organizaron la Asociación de Criadores de Caballos Raza Chilena de Los Ríos y el Club de Rodeo Lanco, de la Asociación Valdivia.
Buenos frutos
Arturo Ríos describe su criadero como "relativamente pequeño" y afirma que es el continuador del trabajo que comenzó su padre Delfín Ríos, primero en los años 50 con el criadero Chapilcahuin, que después, a mediados de los años 60, pasó a llamarse Carimallín, tras adoptar el nombre de la zona donde está ubicado el campo, a unos 35 kilómetros de Río Bueno hacia el sector de Puyehue.
Destaca que ha seguido la huella dejada por su padre y buscando buenos caballos.
"Nos hemos ido formando bien con sangres antiguas, con yeguas del potro Pidén y de Estoque", señala.
Destaca a Relincho, el reciente campeón de la final de los criadores, un caballo nuevo que en esta temporada salió a unos seis rodeos y ha andado muy bien, con la conducción de Pedro Juan Espinoza, que, señala, "lo corre muy bien". Y que decir de Listo No Más, que ya acumula dos títulos.
"Para Relincho ha sido su primera temporada y ha andado muy bien. Es un caballo muy arreglado, que hace todo fácil y que tiene muchas condiciones y de esos hay pocos. Salió a unos pocos rodeos y en casi todos hemos bailado cueca, así que es uno de los regalones del criadero junto con el Listo No Más. Son muy encachados", comenta Pedro Juan Espinoza.
Además, en la temporada pasada llegaron con tres colleras a la final de Chile de Rancagua y de los seis caballos, cinco salieron del criadero Carimallín: Petaquita, Listo No Más, los potros Alcahuete y Refrán y las yeguas Revoltosa y Alameda. Esta última es un producto del criadero Claro de Luna.
"La compré nuevecita, como de año y medio, así que es como si fuera nuestra, pero es Claro de Luna", dice Ríos.
Arturo Ríos y Pedro Juan Espinoza tras ganar en 2020 la final de los criadores se transformaron en la primera dupla que aprovechó el nuevo premio instaurado mediante el cual los campeones pasaban directo a Rancagua, a la series de eliminación del Campeonato Nacional, sin tener que ir a los clasificatorios. Y ahora lo logran de nuevo.
"Es una felicidad tremenda y una carga menos que tenemos al no ir a los clasificatorios con esta collera", señala Ríos.
Ahora quedan las dos colleras que tempranamente estaban completas para los clasificatorios.
"Pero tenemos una collera más con Pedro Juan, las yeguas Alameda y Revoltosa, que están completas. Otra collera también completa es la de los potros Alcahuete y Refrán, que los correrán Pedro Juan con Schwaky Eltit", señala Ríos.
Las yeguas Alameda y Revoltosa están completas desde agosto y los potros Alcahuete y Refrán desde octubre. Los caballos campeones habían completado en mayo durante la temporada chica.
"El jefe me dijo este año que me buscara alguien para correr la tercera collera, porque él con dos andaba bien. Así que busqué a Schwaky, que es un amigo de la infancia con quien habíamos corrido antes. Así que ahora estamos esperando los clasificatorios y hacer un buen papel", señala Espinoza.
El propietario de Carimallín destaca el equipo que trabaja con él.
"Les agradezco a ellos todo el éxito que hemos tenido. En el sur tenemos el criadero en el sector de Carimallín. Ahí trabaja Claudio Paredes en la amansa y después continúan con nuestro arreglador por muchos años, don José Corvalán. Cuando ya están listos Pedro Juan Espinoza los va probando y afinando, pero sin apurarlos. En la zona de Hospital, Paine, tenemos los caballos de competencia y ahí nos apoyan Javier Moreno y Cristóbal Gutiérrez", destaca.