La Universidad Austral se convierte en la primera casa de estudios superiores en tener un criadero de caballos chilenos, gracias a la iniciativa de los académicos de la Facultad de Ciencias Veterinarias y a cinco yeguas que servirán de base para desarrollar el plantel, donadas por Roberto Standen, propietario del criadero Santa Ana y presidente de la Asociación de Criadores de Malleco.
Marianne Werner, académica del Instituto de Ciencia Animal, la jefa del proyecto., cuenta que “Se le planteó la idea del criadero a Roberto Standen, y la verdad es que él es súper motivado y muy pro de nuestra raza; entonces, aceptó inmediatamente y nos anunció que iba a facilitar unas yeguas para empezar con esta idear.
La idea es ir aumentando la masa de animales e ir desarrollando algunos estudios en todas las áreas que involucran los equinos, como reproducción, genética, conducta y nutrición, entre otros, aunque la idea es ver cuáles son las necesidades de los criadores para sumarlas a sus áreas de investigación.
“Queremos desarrollar estudios con resultados que sirvan para potenciar esta raza y entenderla de mejor manera. Es una raza muy interesante, porque lleva muchos años de desarrollo, tiene un registro genealógico muy antiguo, son animales muy resistentes, adaptados a nuestro país, entonces las opciones son infinitas”, dice la investigadora.
Marianne Werner junto al académico de la facultad Hedie Bustamante participarán en el Consejo Técnico 2022 de la Federación de Criadores, que se realizará el 27 de mayo en Nevados de Chillán, con dos charlas y en la presentación del Manual de Buenas Prácticas en la Crianza del Caballo de Raza Chilena, elaborado junto a otros cuatro profesionales de la Facultad de Ciencias Veterinarias.
Manejo y crianza adecuadas
Estos profesionales, que el año 2020 elaboraron el Manual de Bienestar Animal para el Rodeo Chileno, se aprestan a lanzar en el consultivo de la Federación de Criadores, el Manual de Buenas Prácticas Durante la Crianza.
“Se trata de criar y de manejar de la mejor forma a esta raza”, dice Marianne Werner. Agrega que se entregará un material resumido a los criadores para la fase de crianza inicial, incluyendo capítulos de bienestar animal, de conducta, de manejo sanitario, de reproducción, de nutrición, para un manejo y cría adecuados del caballo chileno.
Peligrosa obesidad
Marianne Werner encabeza, además, otro estudio, con financiamiento extranjero, enfocado en el caballo chileno respecto de la obesidad y sobrepeso del equino, serio problema a nivel mundial también, y sus efectos sobre algunas variables reproductivas.
El estudio está terminado y ahora en fase de análisis de las muestras y los datos para determinar si se produce algún problema en la fertilidad de esos potros.
En el caso del caballo chileno también, al ser categorizado como poni, se trata de ver si eso los puede llevar a que tengan mayor facilidad para ganar peso.
También servirá para saber, como son animales más bien rústicos y están muy bien adaptados a las distintas locaciones geográficas, qué pasa con los distintos ambientes donde vive y si eso debería reflejarse en diferencias de cómo se desarrolla el animal, cómo funciona su sistema digestivo y una infinita cantidad de temas que se pueden estudiar.
En el consultivo de los criadores, Marianne Werner dictará una charla sobre la importancia que estos equinos tengan una condición corporal adecuada, porque se ve en las exposiciones que tiende a estar un poco más elevada que lo ideal. Lo que quieren lograr es un cambio de mentalidad en los criadores indicando que el caballo más redondito no es bonito ni saludable.
Actuar sobre la consaguinidad
La continuación de los trabajos que iniciará el zootecnista Eduardo Porte hasta comienzos de los 2000, sobre evaluación de consanguinidad en la raza, también se ha hecho en la Universidad Austral.
En 2019 el académico de Ciencias Veterinarias Hedie Bustamante presentó una aproximación preliminar del estudio hecho con base en registro público. “Seguimos con niveles de consanguinidad relativamente aceptables para una raza cerrada, pero preocupantes, porque en los últimos 20 años ha ido subiendo”, señala Hedie Bustamante.
En esa ocasión, agrega Bustamante, se planteó que se debieran implementar estrategias y planes para que este tema no se transforme en un problema al caer en aumentos que pueden poner en riesgo la diversidad genética de la raza.
En 2018 invitaron al genetista estadounidense Phillip Sponenberg, quien planteó diferentes estrategias de motivación posibles de implementar. No solamente el sello de raza, dice Bustamante, sino premios por diversidad. Por ejemplo, incluir ciertos premios a las líneas de sangre más diferentes en las exposiciones, que permitan diversificar un poco más la raza o estimular un poco a los criadores a desarrollar líneas no tan tradicionales.
Hedie Bustamante está dando un paso más en el tema de consanguinidad y mostrará en el consultivo de los criadores de Chillán un adelanto de la investigación que está usando como base exámenes de paternidad con ADN. Mostrará resultados de exámenes en unos 5.000 caballos en los que se ve la consanguinidad real molecular o genética pura de la raza y, a partir de eso, qué genes están más “fijados” dentro de una población y, por lo tanto, son menos variables.
Una futura tercera etapa debiera ser secuenciar completo el genoma del caballo chileno.
“Se puede hacer, no es tan caro. Es mandar muestras de pelo de la misma forma que se hace para los exámenes de paternidad, para secuenciar el genoma completo. Con eso uno podría definir qué secuencias son las que, por ejemplo, codifican para el moño, para los colores, o para la facilidad de boca. Es un trabajo que teníamos planificado, pero la pandemia nos truncó algunas cosas”, señala Hedie Bustamante.
Agrega que son investigaciones que necesitan financiamiento, pero que podría ser un esfuerzo entre los criadores y el Estado para seguir avanzando. “La protección genética es un concepto nuevo.
La protección genética de ciertas razas propias de ciertos lugares. Ese es un trabajo largo, pero podríamos saber qué caballos realmente se alejan más de lo que existe en masa. Poder decir que a nivel molecular este caballo es diferente, tiene genes que se expresan diferente. Estos son los que nos van a dar la variabilidad de la raza. Estos son los que tenemos que proteger”, subraya.