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Santiago de Chile. Vie 02/06/2023

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El Mercurio - Campo

Recomendaciones para extender la vida útil de un tractor agrícola

Prestar atención a los ruidos extraños especialmente en el motor, hacer un buen uso del embrague, verificar los contrapesos de cada equipo dependiendo del uso, controlar el porcentaje de patinamiento y chequear el sistema de admisión son algunas de las recomendaciones de los expertos.

Miércoles, 03 de agosto de 2022 a las 8:30
- Un tractor implica una inversión que, como mínimo, puede superar los 20 millones de pesos. Producto de la pandemia, el alza de fletes y del costo de los materiales, su valor puede ser hasta un 30% más alto.
Crédito: Gentileza SK Comercial SA-Sigdo Koppers
No ahorrar en repuestos

Una de las principales preocupaciones de los expertos radica en que los productores se preocupan de adquirir los repuestos originales solo si están dentro del período de garantía. Una vez que este finaliza, tienden a escoger repuestos alternativos debido a su menor valor.

Sin embargo, este ahorro puede significar un enorme daño a la inversión realizada.

“Los repuestos alternativos son más baratos y por lo mismo pueden ser de materiales y/o densidades menores a los originales. Esto puede provocar importantes daños a corto o mediano plazo, acortando la vida útil del equipo”, dice Gonzalo Zañartu.

Leer el manual del operador

Como “una Biblia” catalogan los especialistas al manual del operador, el que contiene todas las instrucciones técnicas y de calibraciones de la máquina. Por ello, instan a los productores a leerlo una vez que han adquirido su tractor.

“Aprovechar al máximo la vida útil del tractor dependerá de si los encargados leyeron o no el manual del operador. Este indica cómo se usa y mantiene el equipo. De hecho, si los responsables de la máquina no lo han leído, no deberían operar el vehículo”, dice tajante Francisco Rioseco.

Rioseco añade que, según sus estimaciones, el 70% de los gastos en reparaciones de equipos ocurren porque los encargados no leen el manual del operador.

“Si no lo leen, los operadores no tendrán las condiciones para utilizar los equipos aunque tengan 30 años de experiencia”, cierra el subgerente de Servicio Agrícola de Salfa.

Rolando Araos Millar

Comprar un tractor implica realizar una gran inversión, que puede superar los 20 millones de pesos como mínimo —y, producto de la pandemia, alza de fletes y el costo de los materiales, su valor puede ser hasta un 30% más alto—, por lo que utilizarlo de manera adecuada es fundamental para garantizar su rentabilidad en el proyecto.

“En ese sentido, es recomendable realizar revisiones periódicas. Lo ideal es chequear su estado antes de partir un turno y al terminarlo o, al menos, una vez al día. Esto permite ver que no haya surgido ningún problema puntual”, aseguran Felipe Cortés, gerente comercial y Nemesio Henríquez Parra, jefe de post venta, de New Holland Agriculture en Chile y parte del staff de SK Comercial SA-Sigdo Koppers.

En esa línea, Francisco Rioseco, subgerente de Servicio Agrícola de Salfa dice que los agricultores no solo deben realizar las revisiones del tractor a partir del calendario de mantenimiento sugerido por el fabricante, sino que también deben tomar en cuenta las condiciones ambientales de operación.

“Por ejemplo, si el productor trabaja en un lugar seco, con mucho polvo en suspensión, la revisión debe adecuarse a esas condiciones, por lo que deben ser más seguidas que si el campo es más húmedo”, explica.

Así, se recomienda que antes de adquirir el tractor, los productores le indiquen a los distribuidores las condiciones de trabajo en las que se desempeñará el equipo, con el fin de que les entreguen pautas de mantención basadas en la realidad de cada uno.

“Los clientes deben buscar asesoría por parte de los distribuidores, de esta forma se pueden crear planes de mantenimiento en base a su condición de trabajo, lo que podría alargar significativamente la vida útil del equipo”, dice el subgerente de Servicio Agrícola de Salfa.

Cinco puntos clave

Para facilitar y ordenar las revisiones, y así aumentar la vida útil del tractor en hasta un 40%, los especialistas recomiendan seguir cinco puntos claves.

1. Atención al motor y al embrague

Antes de iniciar cualquier labor con el tractor es clave realizar una inspección visual general del equipo, verificar que no haya filtraciones de ningún tipo y que este se encuentre limpio dado que la suciedad ayuda a ocultar roturas o daños.

Tras ello, se debe arrancar el motor, donde el operador debe estar pendiente a cualquier movimiento o ruido extraño que provenga del motor. Si todo marcha bien, lo siguiente será preocuparse del panel de instrumentos donde están todas las luces testigos de los sistemas que indicará, entre otras cosas, los niveles de aceite y refrigerante.

“Es relevante que el operador, tras iniciar el motor, vea que las luces del tablero o panel de instrumentos se apaguen, que no existan ruidos similares a golpes o temblores en la máquina y que el humo emanado desde esta no tenga ningún color”, aconseja Rioseco.

El especialista añade que el aceite del motor es un componente fundamental, por lo que el productor debe comprobar periódicamente que este se encuentre por sobre los niveles mínimos, valor que variará según el modelo de motor y tractor. Esto también ayudará a determinar si existe algún problema o falla en el motor.

Esto se debe a que, de manera natural, el motor consumirá una cantidad ínfima de aceite. Sin embargo, si el consumo es excesivo será clara señal de que existe un problema.

“Todos los motores consumen aceite, el punto es cuánto consumo tienen entre una mantención y otra. Dependiendo del tractor y el uso, lo normal es que dicho consumo esté dentro del rango indicado por el fabricante. Consumos excesivos significan un desgaste de algunas piezas del motor”, explica Vicente Reyes, subgerente comercial de Maquinarias de Copeval.

Si hasta este punto todo transcurre de buena forma, lo siguiente será trabajar con el tractor en el predio. En este punto será clave utilizar el embrague y los cambios de buena forma, debido a que los especialistas aseguran que gran parte de los problemas suelen originarse por una mala manipulación de tales elementos.

De hecho, uno de los errores más comunes de los agricultores es presionar el embrague cuando la máquina comienza a perder potencia, siendo que lo correcto es reducir la marcha y ajustarla a una donde el motor pueda entregar la potencia necesaria.

“Un embrague puede durar 10 horas si es mal utilizado o 3.500 horas en óptimas condiciones de uso o más. Si estos se inutilizan, los costos de reparación y la pérdida en la producción serán muy elevados”, advierte el funcionario de Salfa.

2. Ajustar el peso y el ‘patinamiento’

El siguiente paso es preocuparse de distribuir adecuadamente el peso (o lastre) del tractor con el fin de que su tracción en el campo sea la correcta.

Esto es de gran relevancia ya que, por ejemplo, si todo el peso de la máquina recae sobre la parte trasera, el implemento no estará trabajando adecuadamente además de compactar el suelo excesivamente.

A ello se suma que un exceso de lastre ocasionará daños importantes en el tren motriz.

Antiguamente el peso del tractor se solía repartir en 40% y 60% en la parte delantera y trasera respectivamente, sin embargo, esto desfavorecía el desempeño de diversos implementos. Por lo mismo, en la actualidad la recomendación de los especialistas apunta a que el peso sea distribuido en 45% y 55% para la zona delantera y trasera respectivamente.

“El tractor se va a desempeñar de mejor forma si está bien compensado y lastrado. En la actualidad, gracias al desarrollo de fabricantes y tecnología, el peso se distribuye en 45% en la parte delantera y 55% en la trasera, lo que optimiza el trabajo y buen uso de los equipos. Esto se puede medir con una balanza, similar a la que pesa los camiones”, dice Reyes.

Para hacer una distribución eficaz, los operadores pueden incorporar contrapesos delanteros y traseros los que se adosan a las llantas de los neumáticos.

Además, deben considerar que si se adosa otro implemento (pulverizador, cosechadora o labradora, entre otros), también se le añadirá un peso al vehículo, factor que debe considerarse en la nivelación.

Una vez que el peso sea regulado, será clave que el agricultor analice el porcentaje de patinamiento del tractor; esto es, la disminución de velocidad de la máquina producto del tipo de superficie en la que se está trabajando.

Para calcularlo existen diversas fórmulas. Una de las más utilizadas implica relacionar la cantidad de vueltas de las ruedas con el nivel de carga del vehículo.

Cómo medir el porcentaje de patinamiento de un tractor agrícola.
Infografía: Rolando Araos M.

Para ello, se debe marcar una distancia con ayuda de dos estacas separadas, por ejemplo, a 100 metros. Lo siguiente será realizar una marca con tiza en los neumáticos traseros, que sea fácilmente identificable por el operador.

Posteriormente, el tractor debe recorrer estos 100 metros con la carga establecida —por ejemplo, una aradora— y contar cuántas veces la marca de tiza da una vuelta en cada rueda. En este sentido, los neumáticos no deben dar la misma cantidad de vueltas.

Así, para graficar de mejor forma este ejemplo, se asumirá que la rueda derecha dio 20,5 vueltas, mientras que la de la izquierda solo 19,5. En tal caso, se debe obtener un promedio entre las dos, que en este caso son 20 vueltas.

Tras ello, se debe repetir el ejercicio, pero con el tractor sin carga. En este ejemplo, la rueda derecha da 17,5 y la de la izquierda 18,5, lo que da un promedio de 18 vueltas.

Con estos datos se resuelve la siguiente ecuación:

Ecuación para calcular el porcentaje de patinamiento.

Si los datos obtenidos son:

- Vueltas con carga: 20

- Vueltas sin carga: 18

La ecuación es:

Lo ideal es que el porcentaje de patinamiento oscile entre 10% y 15%.

Lo ideal, dicen los especialistas, es que este porcentaje oscile entre 10% y 15%. Si este es muy alto —sobre 15%—, la máquina se desplazará más rápido de lo que sus piezas pueden soportar, mientras que si el porcentaje de patinamiento es muy bajo —menos de 10%— el tractor estará realizando demasiada fuerza para moverse por el campo, lo que acortará considerablemente su vida útil e incluso podría compactar el terreno.

3. Neumáticos, la presión es clave

Para regular adecuadamente el porcentaje de patinamiento, además de ajustar el peso, será necesario contar con los neumáticos adecuados.

En ese sentido, uno de los requerimientos básicos es que el neumático tenga una banda de rotura o de rodamiento clara y definida, de lo contrario habrá que considerar cambiarlo por uno nuevo.

A pesar de que muchos productores llenan los neumáticos con agua y aire con el fin de darle mayor peso al tractor, los expertos advierten que esta práctica no es compatible con cualquier tipo de neumático.

“Los fabricantes de neumáticos radiales no recomiendan rellenarlos con agua, solo debe ser con aire. Solo aquellos que son compatibles con el hidrolastrado pueden ser rellenados con agua”, explica Reyes.

En cambio, si el neumático es compatible con el hidrolastrado, el productor deberá preocuparse de que la cantidad de agua de las ruedas delanteras y traseras represente un 55% y 45% del peso del tractor, respectivamente, para no generar un desequilibrio en la máquina como se mencionó anteriormente.

“Por ejemplo, si el tractor pesa 100 kg, un buen equilibrado es que las ruedas de atrás pesen 55 kg y las del eje delantero 45 kg”, dice Rioseco.

Respecto a la presión de funcionamiento de los neumáticos, es fundamental que el operador revise, en el manual de la máquina, la presión recomendada y ajuste el valor según las condiciones de la labor y % de patimaniento que se quiere obtener.

4. Chequear el sistema de admisión

Tras regular todos los pasos anteriores y de haber pasado el tractor por el campo, será relevante revisar el sistema de admisión, que se encarga de transportar el aire, generalmente desde la zona frontal de la máquina hacia el motor.

Este sistema cuenta con un filtro de entrada que impide el ingreso de tierra, polvo o suciedad que pueda dañar al motor y sus diversos componentes.

Por lo mismo, la recomendación de los especialistas es revisarlo diariamente, sobre todo si se trabaja en un lugar seco, donde se suele levantar mucho polvo al pasar.

“La admisión es uno de los sistemas principales de un motor, sino se realiza una revisión y mantención constante, el motor puede reducir su vida útil considerablemente. La potencia, consumo de combustible, consumo de aceite de motor serán indicios de un mal mantenimiento. Además, esto conlleva aumentar los costos operacionales”, advierte Felipe Cortés.

Este aspecto es tan importante que, en la actualidad, los tractores suelen incorporar un dispositivo que avisa, a través de un ícono que se ilumina en el panel de instrumentos, el momento en que se debe hacer un mantenimiento.

También existe una alternativa manual, compuesta por una válvula de vacío, que yace en la zona frontal del tractor y que cuenta con una pequeña ventanita que avisa si se requiere o no una revisión (el rojo indica que se requiere una revisión y el verde que no).

Sin embargo, limpiar o simplemente chequear el filtro no es suficiente. También es relevante ver cómo están las mangueras, ductos y abrazaderas que componen el sistema para asegurar que todo el aire que ingrese al motor pase por el filtro de aire.

Para esto, al sacar o limpiar el filtro, se debe buscar, con ayuda de una linterna, si hay polvo o tierra en el interior, debido a que es común que, producto de roturas o fisuras externas, el polvo ingrese por los ductos y mangueras del sistema de admisión del motor.

5. Transporte y recarga de combustible

El combustible, dicen los especialistas, es uno de los insumos más delicados debido a que su contaminación con agua puede provocar estragos en cualquier tractor.

Por ello, es clave que este sea suministrado por una cadena reconocida y almacenado en envases certificados, evitando repositorios no aptos como envases de productos fitosanitarios. Estos últimos son sumamente peligrosos, ya que en ellos se puede crear una sustancia corrosiva que deteriorará todo el sistema de inyección del tractor en un par de horas.

Estas prácticas, dicen los expertos, impedirán que el combustible se ensucie o altere.

“Los lugares de guarda del combustible no pueden estar a la intemperie y los envases de transporte deben estar certificados”, aconseja Reyes.

Otro factor que puede dañar a la máquina es el agua y la humedad dentro del estanque de combustible. Por lo mismo, es importante que, en caso de heladas o bajas temperaturas nocturnas, el llenado del estanque se realice antes de esos eventos, idealmente al finalizar la jornada de trabajo.

“Es recomendable dejar los tractores llenos de petróleo en la noche para que no condensen agua, sobre todo si se anticipan bajas temperaturas. En caso contrario, si el estanque no está lo suficientemente lleno, se formarán gotitas de agua en su pared interna”, dice Francisco Rioseco.

Cuidados básicos para la recarga de combustible.
Infografía: Rolando Araos M.

El productor también debería contar con un doble filtro en el estanque que sea capaz de evitar que el agua que trae el combustible ingrese a los inyectores o a la bomba inyectora.

Tales filtros disponen de dos cámaras: una por donde ingresa el diésel y otra inferior donde el agua va decantando. Cada vez que la cámara inferior que contiene el agua se llene, deberá vaciarse fuera del estanque para seguir utilizándola.

“El combustible, tanto en una bomba inyectora como en los inyectores, cumple también una función lubricante. La falta de mantenimiento de los depósitos y la condensación del combustible, son los principales responsables de las anomalías de inyección. Las reparaciones o cambio de estas piezas son de costos muy elevados y pueden evitarse con un buen suministro y mantención”, dice Felipe Cortés.

Engrase de los componentes

Engrasar los diversos puntos de contacto del equipo, como pasadores, buje, ejes, entre otros, es una práctica que evitará el daño de estos componentes debido al constante roce que ocurre entre ellos.

Para hacerlo adecuadamente se puede ocupar una grasera automática o también una manual, donde la cantidad de grasa a aplicar dependerá del componente y de las recomendaciones del fabricante.

“Es importante saber cuánta grasa poner. Mucha puede generar un daño y poca también. Por ello es recomendable ceñirse a lo que indique el fabricante y el manual del operador incluido en el vehículo”, dice Francisco Rioseco.

Respecto a cuándo realizar este procedimiento, el especialista indica que esto dependerá de cada marca, pero en el caso de John Deere y Salfa debe ser cada 500 horas de trabajo. Sin embargo, si se trabaja en condiciones extremas, como puede ser la producción de arroz, donde el tractor debe operar bajo el agua, es altamente recomendable engrasar diariamente.

El engrase, en estos casos, ayudará a repeler el agua, evitando que esta ingrese a los diversos componentes del tractor.


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