Heladas, frío, exceso de radiación o de lluvias son algunos de los factores a los que hay que poner atención para evitar daños, especialmente en estos meses cuando muchas variedades están iniciando el proceso de crecimiento de ramilletes expuestos, floraciones e incluso cuaja.
Considerando que este rubro tiene márgenes muy apretados, es fundamental identificar el punto crítico, es decir, la instancia donde el animal deja de producir músculo y comienza a acumular grasa, lo que aumenta costos y reduce la utilidad.
Considerando que entre el 25% y el 50% de estos cultivos no logran llegar a sus mercados de destino por un mal manejo a lo largo de toda la cadena productiva, es necesario tomar una serie de precauciones para aminorar las pérdidas.