Obtener cultivares de manzanas que produzcan fruta de alta calidad organoléptica y excelente apariencia para que tengan una gran aceptación por parte del consumidor y que se adapten a las condiciones de clima cálido y alta radiación solar, propias de la zona central de Chile, es hacia donde apuntan los diversos Programas de Mejoramiento Genético (PMG) en manzanos.
Esto permitirá reducir el desplazamiento de la fruticultura nacional a zonas más australes y además entregará árboles altamente productivos, sin alternancia o añerismo y con crecimiento de copa que permita la mecanización.
Para lograrlo, se seleccionan nuevos cultivares a través de los sistemas tradicionales de cruzamiento, es decir, se realiza polinización manual utilizando padres conocidos que presenten características deseadas por los consumidores y productores —como crocancia, textura de pulpa, dulzura, acidez, coloración rojiza de cubrimiento, entre otros—, obteniendo frutos para más tarde extraer las semillas.
Dichas semillas se hacen germinar en ambiente controlado y posterior a ello se realiza la injertación de este material sobre patrones enanizantes, obteniendo híbridos que son establecidos en el módulo de preselección para su posterior evaluación en terreno.
Por ende, los mejoramientos no se realizan con métodos transgénicos, debido a que ese sistema lo que suele hacer es incorporar genes de bacterias, animales u otras especies vegetales, con el fin de hacerlas resistentes o tolerantes a ciertas plagas, enfermedades o productos químicos.
De esta manera, las variedades se podrán adaptar a aquellas zonas que actualmente son las más productivas, esto es entre la región de O’Higgins y la Araucanía. Sin embargo, el gran pie de tope en este sentido es la baja rentabilidad obtenida por hectárea de esta especie, versus otras más rentables como el cerezo, nogal o avellano.
Una innovación necesaria
La innovación varietal llevada a cabo en los diversos PMG de manzanos se ha enfocado en dar respuesta a las demandas del consumidor, buscando fruta de alta aceptación visual, sabor y textura. Además, se busca que el nuevo material ofrezca alta coloración roja, sea resistente al estrés biótico y abiótico, y que logre un alto rendimiento productivo.
Estos, también, son atributos requeridos y apreciados por el fruticultor.
Sin embargo, ciertas características son conseguidas en desmedro de otras.
Por ejemplo, un objetivo importante al que se dedican varios PMG a nivel mundial, hace referencia a la obtención de cultivares resistentes a la sarna de la manzana (Venturia inaequalis ).
En Chile, por ejemplo, el Consorcio Tecnológico de la Fruta S.A., gestado por la ASOEX y la PUC, junto al INIA, lidera una de estas iniciativas, donde realizan mejoramiento genético en manzanas, buscando que el cultivo sea resistente a dicha enfermedad.
Objetivo similar al del Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca y de la administradora de variedades, ANA Chile, quienes reciben el apoyo de Corfo a través del consorcio Biofrutales S.A., donde también se trabaja en adaptar y mejorar la genética de este frutal.
Variedades nuevas
Se estima que cada año aparecen en el mercado unas 10 nuevas variedades de manzanas, las cuales son lanzadas bajo la modalidad club.
En los últimos 15 años han aparecido variedades como Jazz®, Envy®, Kanzi®, Cosmic Crisp®, Rosy Glow, Lady in Red, SweeTango, Isaaq®, Opal®, LJ-1000, HC 2-1, entre otros; mientras que en Chile, el PMG Asociativo del Manzano ha logrado escoger 31 Selecciones Intermedias (híbridos con buenos atributos de cosecha y postcosecha), de las cuales 3 han sido promovidas a Selección Avanzada.
Éstas han sobresalido en todas sus evaluaciones, tanto de pre como de postcosecha. Destacan por su sabor, color rojo encendido y fructificación con buen calibre. La fecha de cosecha ha sido consistente y atractiva para los productores, correspondiendo para San Fernando, la tercera semana de marzo para la Selecciones Avanzadas N° 1 y 2 y la segunda de abril, para la Selección Avanzada N° 3; todas ellas, perfilándose como futuras variedades de manzanas seleccionadas en Chile.
Eso sí, el mayor desafío que enfrentan los PMG de manzanos a nivel mundial, es poder seleccionar una variedad que sea diferenciable de las ya existentes y que el consumidor la reconozca fácilmente.
Actualmente no se concibe el lanzamiento de nuevo material sin un robusto modelo de negocio. El cambio de paradigma ocurrió a mediados de los noventa, con la administración del cv. Cripp's Pink en modalidad club, con la marca asociada, Pink Lady®.
Así, al restringir su venta de acuerdo a la calidad de la fruta, se accedió a mejores precios. Sin duda que esta fórmula genera mayores retornos a las diferentes partes de la cadena productiva.
Sin embargo, la coexistencia de numerosos cultivares, genera una enorme competencia por un lugar de exhibición en las góndolas de los supermercados. Por ello, el modelo de negocio, promoción y servicios asociados, es tanto o más relevante que la calidad de la fruta misma, para el posicionamiento del material obtenido.
El equipo de trabajo del Programa de Mejoramiento Genético del Manzano lo conforman Loreto Arenas, Mauricio Fuentes, Daniela Simeone, Álvaro Sepúlveda y Antonio Yuri, quienes son parte del Centro de Pomáceas de la Universidad de Talca y Lorena Pinto junto a Luis Fernández, de ANA-Chile.