Reduciendo en 10 minutos la duración del proceso de alimentación, un establecimiento ganadero puede ahorrar hasta 10 mil dólares por año. La estimación fue realizada por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, con los costos calculados en función de los valores actuales del país trasandino. Sin embargo, el concepto puede extrapolarse a las ganaderías que sobre una base pastoril han intensificado en los últimos años sus sistemas de alimentación, como viene ocurriendo en Chile.
La evolución de la producción bovina de carne y leche muestra en los últimos años una importante adopción de tecnologías para la preparación y distribución de raciones. “El objetivo es incrementar la eficiencia productiva y hacer un mejor uso de los alimentos, que son la variable de mayor impacto en la rentabilidad del negocio, representando el 60% de los costos totales de producción, tanto en modelos intensivos como semipastoriles”, afirman los especialistas del INTA.
Entre las innovaciones que tuvieron mayor adopción, los ingenieros agrónomos Federico Sánchez y Gastón Urrets Zavalía, de la Estación Experimental Agropecuaria Manfredi del INTA, destacan el incremento en la utilización de acoplados mezcladores (mixer) equipados con balanzas electrónicas, el mayor uso de tractores con palas y accesorios para la extracción y carga, la inclusión de personal con dedicación exclusiva a las tareas de la alimentación y la designación de distintos espacios e instalaciones donde se ubican los forrajes y coproductos necesarios para conformar las raciones.
“El paquete tecnológico que se incorpora necesita ser acompañado con tecnologías de proceso que permitan suministrar una ración balanceada y homogénea, con el objetivo de reducir considerablemente los tiempos y los costos operativos que demanda la tarea de alimentación”, indican los técnicos.
“Numerosos establecimientos pierden dinero diariamente al momento de preparar y suministrar las raciones a sus animales” agregan. Según distintos relevamientos, las ineficiencias se concentran principalmente en las malas prácticas de almacenaje de henos y silos, el manejo deficiente de los forrajes al momento de la extracción, el incorrecto orden de carga de los distintos ingredientes y en los problemas de sobremezclado, en la falta de planificación de la ubicación de los distintos forrajes (con muchos casos en los que se utilizan lugares improvisados, en ocasiones muy distantes del lugar donde se produce la carga del mixer) y distancias muy largas entre el patio de comidas y los comederos.
El INTA, a través del Módulo Tecno Forrajes, recomienda tomar como referencia que todo el proceso de alimentación, que abarca la extracción, carga, mezclado y suministro de la ración en los comederos, no supere los 40 minutos. “Incurrir en tiempos mayores, implica costos ocultos que elevan los gastos del proceso de alimentación” señalan los especialistas.
En el cálculo de los gastos de la preparación y entrega de la ración, los técnicos incluyeron la mano de obra, la amortización del tractor, la amortización del mixer, los combustibles y lubricantes, y las reparaciones y mantenimiento, determinando el costo de cada minuto que demanda esta tarea. De esa forma, llegaron a la conclusión de que para el caso de un establecimiento en el que se realizan 6 ciclos diarios de elaboración y suministro de alimentos, reducir en 10 minutos la duración del proceso de alimentación permitirá un ahorro del orden de 10 mil dólares por año.
“Para alcanzar este objetivo se debe contar con un patio de comidas correctamente diseñado (ver infografía adjunta ) que reduzca las distancias hacia las fuentes de alimentos y hacia el destino de la ración preparada, es decir, los comederos. De este modo se podrán disminuir costos en combustible, horas hombre, desgaste de maquinaria y pérdidas de material. Además, se podrán lograr otros beneficios como un mejor resultado en las mezclas (lo que se traduce en un mejor aprovechamiento por parte de los animales), mejor conservación de los forrajes y coproductos, como así también un incremento en la seguridad para los operarios”, concluyen los especialistas.