El aporte de la inseminación artificial en la mejora de la productividad de los rodeos de cría bovina es indiscutido. Se trata de una herramienta que contribuye fuertemente al mejoramiento genético ya que permite multiplicar de manera exponencial las características de los machos considerados superiores.
Sin embargo, esta tecnología ha encontrado limitantes que han limitado su adopción, fundamentalmente en los rodeos bovinos dedicados a la producción de carne. Entre las principales dificultades que han puesto freno a la implementación masiva de la inseminación artificial se encuentran: la detección del celo, el uso restringido a las vaquillas y la falta de personal capacitado.
Frente a estas dificultades, surgió una tecnología que permite revertir la subutilización de la inseminación artificial. Se trata de los programas de Inseminación A Tiempo Fijo (IATF) que simplifican las inseminaciones y permiten realizarlas en períodos cortos y con pocos movimientos de hacienda. Dado que estos programas no requieren la participación del hombre en la detección de los celos, su aplicación se puede extender a campos que presentan dificultades para realizar esa tarea, como es la presencia de montes o un bajo nivel de apotreramiento, y aún sin contar con personal entrenado para realizar la inseminación ni con el equipamiento necesario para llevarla a cabo.
La IATF se basa en controlar el ciclo estral de las hembras a través de tratamientos hormonales que inducen y/o sincronizan las ovulaciones. De acuerdo a las características de cada rodeo se debe determinar cuál de las diferentes combinaciones hormonales disponibles se debe utilizar.
Estos tratamientos posibilitan que en el mismo día se pueda inseminar a todo el rodeo, obteniendo tasas de preñez similares, o sólo ligeramente inferiores, a los que surgen de las inseminaciones convencionales.
Uno de los principales beneficios de la IATF es que facilita la utilización de la inseminación artificial tanto en las vaquillas como en las vacas con cría al pie.
Aunque cada establecimiento ganadero requiere un análisis propio, un ejemplo que permite cuantificar los beneficios económicos y productivos de la IATF surge del trabajo realizado por los médicos veterinarios argentinos Lucas Cutaia, Guillermo Venerando y Gabriel Bó, del IRAC (Instituto de Reproducción Animal Córdoba), que en el establecimiento “Santo Domingo” de Los Lazos SA, ubicado en el partido de Olavarría de la provincia de Buenos Aires, con datos de 1.935 pariciones de vacas Angus, compararon el peso al destete de los terneros nacidos por IATF con los resultantes del servicio natural. El resultado es que los primeros pesaron 34 kg (20%) más al destete. Al analizar en forma desagregada esa diferencia, los técnicos determinaron que 20 kg fueron determinados por el nacimiento más temprano durante la época de parición de los terneros provenientes de la IATF, mientras que los 14 kg restantes fueron atribuidos a la superioridad genética de los toros utilizados.
En una aproximación a la estimación de la relación costo – beneficio de la utilización de la IATF, a la mayor cantidad de kilos de terneros destetados se deben sumar los beneficios de necesitar una menor cantidad de toros. Al enfrentar el ingreso adicional provocado por esas causas con el costo que acarrea implementar un programa IATF, que incluye los tratamientos hormonales, las dosis de semen y los honorarios profesionales, se llega a que el retorno de la inversión es del orden de 1,33 pesos por cada peso invertido. Estos resultados, deben ser tomados sólo como orientativos, dado que cada planteo requiere su propio análisis económico. También se debe aclarar que en el cálculo anterior no fueron incluidos otros beneficios como el mayor precio de venta por la mejor calidad de los terneros, la posibilidad de realizar una mejor atención al parto por el acortamiento del período de parición, la mejor utilización de los recursos forrajeros, y los beneficios de tener lotes de terneros más homogéneos que, por ejemplo, facilitan la aplicación del destete precoz.
En síntesis, la implementación de los programas de Inseminación a Tiempo Fijo en los rodeos de cría es viable y constituye una herramienta que ofrece resultados económicos positivos.