La evaluación de la condición corporal de vacas lecheras ha sido una de las herramientas más útiles para explorar nuestros rebaños y detectar alguna anormalidad que nos pueda llevar a sospechar de algún problema nutricional o incluso metabólico. La condición corporal está asociada a la genética del ganado así como al número de partos, edad, tercio de lactancia en la que se encuentra la vaca, tipo de dieta, factores de manejo general del rebaño, entre otros muchos factores que promueven cambios visibles en la condición corporal.
Evaluación de la condición corporal
A través del tiempo, la genética de la vaca lechera ha sido modificada para obtener mejores parámetros de producción, sin embargo no fue sino hasta la década de los 70’s en la que la evaluación de la condición corporal comenzó a utilizarse como una herramienta para estimar el almacenamiento de reservas de energéticas que pueden ser traducidas en aspectos productivos.
En la actualidad, se sabe que la condición corporal por sí sola no es un indicador de reserva energética ya que existen otros factores que están relacionados como el número de partos de la vaca, gestación, lactación y el tamaño normal de su cuerpo. Además, cuando la vaca se encuentra en el primer tercio de lactación, se movilizan grandes cantidades de energía que se encuentra almacenada en el tejido corporal al mismo tiempo que se incrementa su consumo de materia seca, por lo tanto una disminución de tejido corporal en la vaca puede estar enmascarado por un aumento en el llenado gastrointestinal de tal forma que la condición corporal no refleja cambios ni en tejido adiposo ni en tejido muscular.
Se han desarrollado diferentes sistemas de evaluación de la condición corporal que califican el nivel de adiposidad corporal. Por ejemplo en Nueva Zelanda va de 0 a 10 puntos, en Irlanda y Estados Unidos va de los 0 a los 5 puntos y en Australia de los 0 a los 8 puntos. Los sistemas de medición de condición corporal se han mejorado y tienen mayor precisión ya que estos nos dan la pauta para estimar la condición tanto productiva como reproductiva de las vacas. Al principio los sistemas evaluaban la región lumbar y la base de la cola, ahora no sólo esas partes sino también región torácica, cuello, lomo y grupa, costillas, tuberosidades del isquion y vértebras coccígeas. De cualquier manera, independiente del sistema de evaluación de la condición corporal, una baja puntuación es cercana a un estado de caquexia mientras que una alta puntuación es traducida en una situación de obesidad.
Producción y bienestar animal
Una vaca lechera puede estar “bien” mientras crezca y produzca aceptablemente de acuerdo a su potencial genético y medio ambiente, cuando se reproduzca “bien”, cuando tenga procesos fisiológicos y conductas “normales” y cuando viva una relativa larga vida. Sin embargo, una enfermedad, herida, desnutrición o cualquier factor que agreda el estado físico y psíquico del animal disminuirá su bienestar.
Cuando se evalúa la condición corporal sobre el bienestar animal, es claro que existe una relación muy estrecha entre ellos, por ejemplo, una condición corporal extrema (una vaca muy delgada o muy obesa) reflejaría un riesgo sobre el bienestar y la salud del animal. En otras palabras, es sabido que una vaca con muy baja o muy alta condición corporal al parto va a producir menos leche, va a tener problemas reproductivos y dependiendo de su número de partos tendrá un sistema inmune reducido, o vacas muy delgadas podrían tener un estrés térmico en climas fríos mientras que vacas obesas podrían desarrollar problemas metabólicos.
Si bien el bienestar animal es cada vez más preocupante para los consumidores, tampoco debe representar zozobra para el productor, según Webster (2005), dentro de los estándares de bienestar animal impuestos en fundos comerciales basados en la productividad de rebaño no necesariamente significa que exista bienestar animal individual.
En general la evaluación de la condición corporal puede darnos una idea general del estado de salud y bienestar de nuestro rebaño. La condición corporal en la vaca lechera quizás sea más importante durante el periparto ya que podría afectar su consumo de materia seca durante la lactancia temprana, su producción de leche, su sistema inmune y a pesar de que no afecta directamente la tasa de preñez, si influye en otros parámetros reproductivos. A pesar de que se necesita realizar más investigación acerca de cómo la condición corporal afecta la salud y el bienestar del rebaño, es recomendable mantener una condición corporal equilibrada que ayude a preservar la integridad biológica de la vaca lechera.