El Madrid llega a Wembley con un héroe inesperado y un arbitraje de locos
En tres minutos épicos, Joselu estampó la remontada sobre el Bayern Munich. Hasta los 87’ los alemanes estaban en la final de la Champions con un golazo de Davies. Pero un error del infalible Neuer y el doblete de la figura impensada escribieron otra historia. El resto, la insólita polémica referil que anuló en los descuentos el empate germano. Los merengues jugarán su 18ª final de Europa. Ya ganaron 14.
Equipo Deportes08 de mayo, 2024
Joselu no es, ni de lejos, un crack. No es la estrella despampanante ni el astro que vende camisetas con su nombre. Es un banca, un suplente de 34 años nacido en Stuttgart que llegó a préstamo del Espanyol que se fue a la B. Su carrera la hizo en equipos de segunda línea y lo más cerca que estuvo del Madrid, antes de esta parada de ensueño, fue la filial de Castilla hace 15 años.
Y el grandote de metro 92 que ingresó en el minuto 80 reescribió la historia. La suya y la de una nueva final del Madrid. A esa altura el local caía con un golazo impresionante de un canadiense que está en la mira merengue, Alphonse Davies, y que si entró fue por lesión de Gnabry en la primera etapa.
Y perdía el Madrid con Neuer, portero del Bayern Munich, como figura absoluta bajo el larguero. Neuer no sacó una, sino cuatro increíbles pelotas de gol al extraordinario Vinicius Junior. Otra más Rodrygo.
Era el muro infalible, infranqueable, pero falló en la menos compleja de todas las que detuvo. Un remate desde fuera del área –otro de Vinicius- al que le quitó la vista, le rebotó entre cuello y pecho y la cazó Joselu (88’) para el estallido descomunal en Chamartín.
El Bernabéu, que estaba en shock desde el bombazo de Davies, revivió entonces, rugió presenciando la búsqueda frenética de otra gesta de esas que el Madrid no se cansa de construir. Porque nunca hay que darlo por muerto.
Tres minutos más tarde llegó la epopeya de Joselu. Gol con la canilla sobre la raya del área chica, atropellando como toro desbocado, previo centro de Rüdiger. Gol y festejo interrumpido, porque el juez polaco lo anuló por presunto off side que, segundos más tarde, corrigió el VAR.
Locura en Madrid.
Joselu, quien hace dos años viajara como hincha a ver al Madrid a la final de la Champions en Paris, ahora puso a su escuadra en la decimoctava final de la Liga de Campeones Europa, que se juega en 1 de junio ante el Borussia Dortmund, en Wembley, Inglaterra.
“Hombre, no me considero el jugador del partido, la figura sino toda la plantilla que ha hecho un trabajo increíble para llegar a esto. Lo que pasó no estaba ni en mis sueños. Entré para ayudar, para estar en el momento y en el lugar justo. El segundo gol fue terrible, cuando el árbitro pitó fuera de juego, yo estaba rezando para que fuera gol”, resumió Joselu en la zona de vestuarios.
El triunfo del Madrid se consumó con controversia. El árbitro dio nueve de descuento y en la penúltima jugada pita un off side con la jugada en desarrollo y que derivó en el infartante 2-2 de De Ligt. Pero no, no estaba adelantado. Tuchel y todo Munich pidiendo que validara el gol que estiraba la definición hasta el paro cardíaco. No lo hizo y el Madrid, el club más ganador del mundo, una vez más quedó a 90 minutos de su 15ª Orejona.
Lo que pasó en el décimo minuto de descuento fue de locos. Primero porque el juez ya debía pitar el final, pues había indicado nueve de adición, pero decidió seguir jugando por un cambio más que metió el zorro de Ancelotti . Y llegó la controversia. El juez central, el polaco Marciniak, hizo sonar el silbato por un presunto off side de De Ligt que a esa altura ya anotaba el gol del empate. Pero no hubo gol ni alargue. La lluvia de reclamos alemanes inundaron el Bernabéu. Pero nada cambió y el Madrid fue una vez más, una fiesta.
Las quejas del Munich, por cierto, no cesaron. Thomas Tuchel, el DT germano, no se guardó nada.
“Creo que va contra cualquier norma del fútbol moderno lo que ha pasado. El asistente es el primero que se equivoca y levanta la bandera directamente en una situación en la que no podía estar seguro de hacerlo. Hay que tener las agallas de levantar la bandera en una situación así. Es un error importante. Y luego el árbitro, cuando ha visto que ganamos el rebote, toma la decisión de pitar cuando hemos rematado en cinco segundos. Perdimos y no hay nada que hacer, pero esto no habría pasado al revés”, dijo.
Enterado de las disculpas del juez asistente a De Ligt, agregó. “Las aceptamos, pero no es el momento de pedirlas . Son semifinales de la Champions y no es el momento de cometer esos errores. Los árbitros tienen que estar al máximo nivel, tienen que estar a la altura de lo que hay en juego y no pueden pedir disculpas. Si no son capaces de estar a la altura, no vale con pedir disculpas”, cerró.
Y el grandote de metro 92 que ingresó en el minuto 80 reescribió la historia. La suya y la de una nueva final del Madrid. A esa altura el local caía con un golazo impresionante de un canadiense que está en la mira merengue, Alphonse Davies, y que si entró fue por lesión de Gnabry en la primera etapa.
Y perdía el Madrid con Neuer, portero del Bayern Munich, como figura absoluta bajo el larguero. Neuer no sacó una, sino cuatro increíbles pelotas de gol al extraordinario Vinicius Junior. Otra más Rodrygo.
Era el muro infalible, infranqueable, pero falló en la menos compleja de todas las que detuvo. Un remate desde fuera del área –otro de Vinicius- al que le quitó la vista, le rebotó entre cuello y pecho y la cazó Joselu (88’) para el estallido descomunal en Chamartín.
El Bernabéu, que estaba en shock desde el bombazo de Davies, revivió entonces, rugió presenciando la búsqueda frenética de otra gesta de esas que el Madrid no se cansa de construir. Porque nunca hay que darlo por muerto.
Tres minutos más tarde llegó la epopeya de Joselu. Gol con la canilla sobre la raya del área chica, atropellando como toro desbocado, previo centro de Rüdiger. Gol y festejo interrumpido, porque el juez polaco lo anuló por presunto off side que, segundos más tarde, corrigió el VAR.
Locura en Madrid.
Joselu, quien hace dos años viajara como hincha a ver al Madrid a la final de la Champions en Paris, ahora puso a su escuadra en la decimoctava final de la Liga de Campeones Europa, que se juega en 1 de junio ante el Borussia Dortmund, en Wembley, Inglaterra.
“Hombre, no me considero el jugador del partido, la figura sino toda la plantilla que ha hecho un trabajo increíble para llegar a esto. Lo que pasó no estaba ni en mis sueños. Entré para ayudar, para estar en el momento y en el lugar justo. El segundo gol fue terrible, cuando el árbitro pitó fuera de juego, yo estaba rezando para que fuera gol”, resumió Joselu en la zona de vestuarios.
El triunfo del Madrid se consumó con controversia. El árbitro dio nueve de descuento y en la penúltima jugada pita un off side con la jugada en desarrollo y que derivó en el infartante 2-2 de De Ligt. Pero no, no estaba adelantado. Tuchel y todo Munich pidiendo que validara el gol que estiraba la definición hasta el paro cardíaco. No lo hizo y el Madrid, el club más ganador del mundo, una vez más quedó a 90 minutos de su 15ª Orejona.
LA GRAN POLÉMICA: EL GOL ANULADO AL BAYERN
Lo que pasó en el décimo minuto de descuento fue de locos. Primero porque el juez ya debía pitar el final, pues había indicado nueve de adición, pero decidió seguir jugando por un cambio más que metió el zorro de Ancelotti . Y llegó la controversia. El juez central, el polaco Marciniak, hizo sonar el silbato por un presunto off side de De Ligt que a esa altura ya anotaba el gol del empate. Pero no hubo gol ni alargue. La lluvia de reclamos alemanes inundaron el Bernabéu. Pero nada cambió y el Madrid fue una vez más, una fiesta.
Las quejas del Munich, por cierto, no cesaron. Thomas Tuchel, el DT germano, no se guardó nada.
“Creo que va contra cualquier norma del fútbol moderno lo que ha pasado. El asistente es el primero que se equivoca y levanta la bandera directamente en una situación en la que no podía estar seguro de hacerlo. Hay que tener las agallas de levantar la bandera en una situación así. Es un error importante. Y luego el árbitro, cuando ha visto que ganamos el rebote, toma la decisión de pitar cuando hemos rematado en cinco segundos. Perdimos y no hay nada que hacer, pero esto no habría pasado al revés”, dijo.
Enterado de las disculpas del juez asistente a De Ligt, agregó. “Las aceptamos, pero no es el momento de pedirlas . Son semifinales de la Champions y no es el momento de cometer esos errores. Los árbitros tienen que estar al máximo nivel, tienen que estar a la altura de lo que hay en juego y no pueden pedir disculpas. Si no son capaces de estar a la altura, no vale con pedir disculpas”, cerró.
