Señor Director: El lunes llegué a Santiago procedente de Madrid, en un moderno avión de Iberia. Siempre me ha interesado y entretenido seguir en la pantalla de los asientos el desarrollo del vuelo, pues se recuerda y aprende geografía al seguir la ruta y la manera en que esta se desarrolla. Es del caso que en este vuelo su desarrollo fue bastante poco explicativo, siendo muy difícil seguirlo, seguramente porque no está bien afinado técnicamente. Lo que sí estaba perfectamente indicado fue que al aparecer la ciudad de Santiago, el mapa de ruta la acompañó solamente de tres lugares: el cerro San Cristóbal, el Costanera Center, y el Museo de la Memoria y Derechos Humanos. Cada cual saque sus conclusiones. Patricio Valdés Aldunate