Ayer, en el marco de la comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, se retomó la discusión por el proyecto de ley iniciado en mensaje, que busca elevar las metas de generación renovable para el sistema eléctrico.

En este contexto, el ministro de Energía, Diego Pardow, aseguró que la intención del Gobierno es modificar los guarismos incluidos en el proyecto, confirmando a “El Mercurio” que se propondrá que la meta de comercialización de energía renovable no convencional (ERNC, que incluye generación eólica, solar, geotérmica, biomasa y mini hidro) al año 2030 sea de un 60%. “Evaluamos estas metas en base a diversos estudios disponibles de proyección del mercado eléctrico. Por lo tanto, esta medida entrega una señal clara, basada en la evidencia, de que la apuesta del Gobierno es acelerar la descarbonización de la matriz”, dijo el ministro, luego de elevar en 20 puntos la cifra incluida originalmente en el proyecto (40%) ingresado durante el gobierno anterior.

Además, se ajustará la propuesta incluida en el proyecto original que establece que en cada bloque horario (mañana, tarde y noche) exista una comercialización de al menos un 30% de suministro renovable. La indicación que presentará el Ejecutivo elevará ese porcentaje a un 40%, con lo que se prevé que se impulse el mercado del almacenamiento de energía.

De todos modos, el proyecto en general recién será votado la próxima sesión de la comisión respectiva, para posteriormente abrir un período de indicaciones, en el que se introducirán estos cambios y los que también sean estimados por los propios parlamentarios, para después continuar al Senado.

Asimismo, el ministro comentó en la comisión que este es solo un paso en el marco de la transición energética, y de la agenda del Gobierno, y admitió que existen factores importantes para viabilizarlo, como la capacidad de los desarrolladores para idear, construir y financiar las iniciativas de generación, así como la transmisión y la capacidad institucional para tramitar estos proyectos.

“Este es un primer paso, estamos conscientes de que no es suficiente, pero es un paso en la dirección correcta. Las dificultades que tiene el sector se deben en parte a que no existen en la medida suficiente tecnologías que brinden flexibilidad y sostenibilidad al sistema, que permitan seguir los peaks de demanda e inyectar cuando no están disponibles el sol y el viento”, sostuvo la autoridad, que destacó que la iniciativa también busca potenciar el netbilling (autogeneración).

Desafíos para lograrlo

En el mercado existe plena coincidencia en que las metas originales eran bastante conservadoras. Incluso, según los cálculos de Chile Sustentable, estas se podían cumplir gracias al crecimiento orgánico de la demanda. Pero también hay conciencia de que existen varios desafíos en el camino, uno de ellos, la necesidad de nuevas líneas de transmisión.

Se espera que la línea Kimal–Lo Aguirre entre en operación a finales de la década, pero a la fecha aún no se ha ingresado su estudio de impacto ambiental a tramitación, y la última experiencia en esta materia fue la línea Cardones–Polpaico, que entró en funcionamiento 17 meses después de lo programado, ante las múltiples dificultades que tuvo en el proceso.

De acuerdo con las cifras del Coordinador Eléctrico Nacional, este año se podría llegar a una producción de ERNC de 33,5%, y a 2030, la cifra en horario solar podría incluso superar el 80%, pero esto dependerá de varias condiciones habilitantes, además de la transición, como lo son un nuevo diseño de licitación de energía renovable, modernización de la distribución, sistemas de almacenamiento, entre otros.

Para la directora de Acera, Ana Lía Rojas, “este guarismo de producción renovable se puede aumentar al menos a 60%”, pero también planteó una serie de desafíos, y detalló que desde el gremio de las renovables estiman que se requieren proyectos por 22,5 GW para reemplazar el cierre de las centrales a carbón, de los que hoy existen planes en distintas etapas por solo 10 GW.

“Para desplegar 22,5 GW, que es el primer escalón del sistema eléctrico, el trabajo territorial es un desafío y tiene déficits en los diseños institucionales que se encargan de evaluar estos proyectos en el territorio”, aseguró Rojas.

Por su parte, el presidente ejecutivo de la Asociación de Generadoras, Claudio Seebach, añadió que “se requiere gestión y coordinación del Estado para que estos proyectos se hagan a tiempo. Estamos hablando de muy poco tiempo y muchos proyectos para el otorgamiento de permisos, que no requiere una reducción del estándar ambiental, pero tiene que ser a otra velocidad”.

La transmisión es un factor habilitante crítico para las renovables, donde el proyecto Kimal-Lo Aguirre aún no ingresa al Sistema de Impacto de Evaluación Ambiental. El antecedente es Cardones-Polpaico, cuya puesta en marcha se retrasó 17 meses. De no existir una adecuada transmisión de norte a sur, la energía generada se pierde o vierte.