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Sábado 06 de agosto de 2022
“El Averiguador Universal”
2 de agosto de 1922
“¿Con cuántas horas de anticipación anuncian el estado del tiempo los barómetros? ¿Por qué no se fabrican en el país los famosos Polvos de Persia? ¿La palabra plebiscito es el diminutivo de plebe?”. Interrogantes como estas se respondían en una nueva sección de “El Mercurio” que debutaba el 2 de agosto de 1922. Era “El Averiguador Universal”, donde se contestaban diariamente todas las consultas que los lectores quisiesen formular.
“Es la primera vez que un diario realiza esta obra de bien público, servicio que solo antes había fundado con inmediato éxito la revista Zig-Zag (...). No dudamos que constituirá para los lectores el más interesante emporio de utilidad cotidiana para las necesidades de la vida”, se leía.
A su cargo estaba el redactor Omer Emeth (Emilio Vaisse), famoso sacerdote, ensayista y crítico literario: “Esta sección será hecha con la colaboración del público inteligente y curioso que preguntará sobre cosas serias o amenas, científicas o artísticas, expondrá dudas acerca de lo que debe hacer en tal o cual emergencia de la vida, todo lo cual se responderá con la mayor sabiduría posible, mediante ayuda de buenos libros y de consultas a gentes expertas en cada materia”.
Dentro de los primeros “pedidos” se solicitaban desde recomendaciones de libros hasta ayuda con problemas legales (anulación de matrimonio, herencias). También se planteaban dudas de etiqueta (¿cómo doblar la servilleta durante la comida?) y se realizaban reclamos, como, por ejemplo, sobre el alza constante de los medicamentos en las boticas. Sin olvidar los asuntos sentimentales, que eran muy requeridos (hasta que apareció la radio): “¿Obraría mal una joven al aceptar la amistad de un antiguo pretendiente de su amiga?”.
Asimismo, se pedían recetas de todo tipo. De cocina, belleza y fórmulas caseras para fabricar limpiadores y hasta tinta de escribir . En tiempos en que no todos tenían enciclopedias y diccionarios a mano, abundaban las dudas de ortografía, gramática y vocabulario (¿la palabra “denantes” es aceptada por la RAE?).Tampoco faltaban las preguntas insólitas: “¿Qué necesito hacer para sacar un tesoro? ¿Comprar la propiedad donde se encuentra para desenterrarlo?”.
La sección tuvo una larga vida, pues apareció en el diario durante 60 años. Poco tiempo después de su suspensión, surgió en 1984 “Línea directa”, un servicio que hasta la actualidad ayuda a los lectores con problemas que los buscadores de internet aún no pueden resolver.