Fue una experiencia a la vez gozosa y sobrecogedora. Feliz por la música, interpretada por artistas de un nivel superior. Partituras que permitieron transitar por un tiempo que se desvanece, a través de danzas, tenues acercamientos al dolor, referencias a la vida bucólica y al fasto de las cortes. Todo, en una atmósfera de refinamiento que tiende a diluirse en nuestra sociedad. Este concierto de Jordi Savall y Le Concert des Nations, postergado desde 2019 por razones ya conocidas, se recordará como un hito musical e interpretativo, y quizás como punto de quiebre de una época.
La piezas de Jean de Sainte-Colombe (ca. 1640- ca. 1701) y de Marin Marais (1656-1728), maestro y discípulo respectivamente, fueron el centro gravitacional de este concierto que nos llevó a la época de oro de la viola da gamba en Francia. En “Fiestas reales en el Versalles barroco”, título del programa, los compositores convocados fueron aquellos que vivieron y crearon bajo los reinados de Luis XIII, Luis XIV y Luis XV, y que dieron esplendor a sus cortes, partiendo por Philidor L'Aisné (ca. 1652-1730) y terminando con Jean-Féry Rebel (1666-1747) y Jean-Marie Leclair (1697-1764). Músicos y repertorios que enfatizan la importancia, el virtuosismo y el poder expresivo alcanzados por la viola da gamba solista hacia el 1700. “La música viene del instrumento”, recordó Savall, quien, al frente del conjunto, tañía una viola baja de siete cuerdas, original de uno de los más famosos luthiers ingleses, Barak Norman (Londres, 1697). Con él estuvieron Manfredo Kraemer (violín), Charles Zebley (flauta) , Philippe Pierlot (viola da gamba baja), Josep Maria Martí (tiorba), Marco Vitale (clavecín) y David Mayoral (percusión).
Con Sainte-Colombe, quien inspiró la hermosa película “Todas las mañanas del mundo” (Alain Corneau, 1991), vino el que tal vez haya sido el momento más conmovedor de este programa: Tombeau “Le Regrets”, para dos violas (ca. 1680), obra perteneciente al género del tombeau, propio de la música francesa de esos años, que ofrece un epitafio musical grave dedicado a una persona fallecida. Savall y Philippe Pierlot se unieron a este lamento desde las lágrimas iniciales hasta la alegría de la contemplación del Elíseo, con una cohesión tal que parecía que el diálogo entre ambas violas se fundía en una sola voz.
Del enorme Marin Marais, las magníficas “Folies d'Espagne”; “Airs pour les Matelots”, de la Suite d'Alcione, y la deslumbrante “Sonnerie de Sainte-Geneviève du Mont-de-Paris”, compuesta cuando era alumno de Sainte-Colombe, en la que se hace referencia a tres campanas de la antigua abadía que sonaban las notas Re-Fa-Mi incansablemente. Aquí la viola no siempre lleva la melodía, compartida con el violín, pero es una obra de enorme dificultad para el violagambista, lo que ilustra la habilidad con el instrumento que tenía Marais y, por supuesto, el admirable Jordi Savall.
Ya desde los primeros compases pudo apreciarse lo que sería una constante en todo el concierto: la belleza del sonido, proveniente de la capacidad de matizar de los intérpretes, de su habilidad para conjugar tempi y dinámica, de su imaginación y, por cierto, de la complejidad armónica de la música. Obras todas plenas de contrastes, con diálogos exquisitos entre los instrumentos, pasmosos en dificultad y en alternancia de opulencia sonora y concentración.
Philidor L'Aisné trajo las filigranas y el burbujeo de “Les Valets de la Faiste” y “Les Ninphes de la Grenoullere”. De Jean-Féry Rebel, “Les Éléments”, donde Savall y sus músicos subrayaron las disonancias y lo atrevida que esta música es incluso para oídos de hoy; aquí estuvo notable el flautista Charles Zebley en los movimientos ascendentes y descendentes con los que Rebel describió el movimiento del agua. El concierto finalizó con la Sonate VIII à trois (Re Mayor), obra virtuosa de Jean-Marie Leclair, considerado el fundador de la escuela francesa de violín. Como encore, el aplauso agradecido de la audiencia, reunida en la capilla de la Viña Santa Rita (Alto Jahuel), obtuvo una festiva danza compuesta para las fiestas del nacimiento de quien sería Luis XIII.