El asesinato de un trabajador forestal tras un ataque en la comuna de Lumaco, Región de La Araucanía, también generó que algunos convencionales criticaran ayer que no se consagrara un estado de emergencia en el proyecto de nueva Constitución.

En cambio, el pleno visó un estado de asamblea que puede ser aplicado en caso de conflicto armado internacional, el estado de sitio que se activaría en caso de un conflicto armado interno —siendo declarado por el Presidente de la República con autorización del Congreso y la Cámara de las Regiones— y el estado de catástrofe para casos de calamidad pública.

La materia fue abordada la jornada de ayer, en medio de emplazamientos de la oposición y sectores del propio oficialismo al Gobierno para que amplíe las facultades de las Fuerzas Armadas en la macrozona sur, que actualmente se encuentran resguardando solo rutas, como parte de un estado de excepción “acotado”.

“La Constitución de la Convención elimina el estado de emergencia, es decir, de aprobarse ese texto, el Gobierno perdería las herramientas que tiene para combatir la violencia, y que hoy teniéndolas, se niega a usarlas con esto de aplicar un estado de emergencia a medias”, dijo la convencional Marcela Cubillos (Ind. en cupo UDI).

Desde su mismo sector, Bárbara Rebolledo (Ind. Evópoli) manifestó que “si hoy, que el Gobierno cuenta con herramientas, le es imposible restituir el orden público, imagínense con una Constitución que creará autonomías territoriales especiales, justicia paralela y que no considera un estado de emergencia”, mientras que Ruggero Cozzi (RN) dijo que “es un grave error no haber incluido el estado de emergencia en el borrador de Constitución. El Estado queda debilitado en su capacidad de responder ante graves alteraciones al orden público, y puntualmente, contra los grupos armados que estamos viendo en la macrozona sur. Es una muestra más de la desconexión entre la Convención y los problemas del Chile real”.

La postura de los convencionales de Chile Vamos fue compartida por miembros del Colectivo del Apruebo. Frente a la situación de violencia que actualmente se vive en La Araucanía, Fuad Chahin llamó al Gobierno a “actuar sin complejos” y no confundir el tema mapuche con organizaciones de crimen organizado, “de tal manera de poder aplicar un estado de excepción en forma y no a medias tintas, además de fortalecer la acción policial y la inteligencia”.

Y añadió: “Pero, además, tiene que explicarle al país por qué sus convencionales, de su coalición de gobierno, lo que hicieron fue promover y lograron con éxito la eliminación del estado de emergencia por grave conmoción interna del nuevo texto constitucional que se va a proponer al país. Es una situación gravísima, irresponsable con el país, cuando la principal amenaza que tenemos es la violencia y, en el fondo, se le amarra las manos a la capacidad del Estado para poder actuar frente a estos hechos”.

Sin embargo, los emplazamientos por utilizar estados de excepción encontraron críticas por parte de la convencional mapuche Rosa Catrileo. En entrevista con radio Sonar, afirmó que “hay utilización política de un hecho lamentable. La derecha utiliza esto para justificar el militarizar la zona para solucionar conflictos que no se solucionan a través de violencia estatal. Los estados de excepción no han servido para solucionar el conflicto de fondo. Pensar que esto va a tener una buena salida llevando militares a la calle, a las comunidades, estamos hablando incluso de lo que yo podría denominar una segunda pacificación”.

Por su parte, el independiente Mauricio Daza dijo que el proyecto de nueva Constitución propone un diseño institucional de largo plazo, donde las policías cuenten con una nueva estructura que permita enfrentar sus objetivos, “ya que no es normal en una democracia que se deba recurrir a las Fuerzas Armadas, enfocadas básicamente en la defensa exterior, para labores de seguridad pública interna”. En esa línea, manifestó que la transición desde la situación actual a aquella que se busca con la nueva institucionalidad no va a ser automática, por lo que una alternativa sería “establecer una norma transitoria que permita aplicar acotadamente, durante un lapso de tiempo, un estado de excepción equivalente al de estado de emergencia actual”.