Señor Director:

Los resultados del proceso de postulación universitaria publicados esta semana nos han dado una preocupante noticia y lamentable señal: como viene ocurriendo hace unos años, el número de postulantes a las carreras de pedagogía en Chile sigue cayendo, agudizando la crisis del sistema docente y agravando la situación futura de nuestro sistema educacional.

La Ley 20.903 de 2016 surgió como una medida para fortalecer la calidad de la carrera y desempeño docentes en un escenario que planteaba, como principales desafíos, contar con más y mejores profesores. Habiendo transcurrido el tiempo, el segundo propósito ha evidenciado logros: las exigencias de calidad han aumentado, impulsando el mejoramiento de la formación docente y del desempeño pedagógico. No obstante, el primer propósito no solo no se ha conseguido, sino que la situación se ha vuelto crítica: casi nadie quiere ser profesor.

La creciente ausencia de vocaciones pedagógicas es un problema que hace tiempo se comenta. Voces de especialistas, escuelas de pedagogía y organizaciones educacionales lo han hecho ver, motivando el surgimiento de iniciativas para enfrentar la crisis, como la mesa técnica para la atracción a pedagogías.

No obstante, la solución no es una ni simple: no basta con generar becas o incentivos para cursar la carrera. También se deben mejorar las garantías laborales de los docentes y apostar por una verdadera transformación sobre la valoración social y cultural de esta profesión. El problema ha estado lejos de ser materia prioritaria; por eso resulta urgente tomar conciencia de esta crisis y abordarla como algo que nos concierne a todos. A fin de cuentas, compromete en sus bases el futuro de nuestro país.

María Gabriela Huidobro
Decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales UNAB