Señor Director:

Hemos visto en la prensa artículos y cartas sobre un retorno a la colegiatura obligatoria como medio para controlar la ética en las profesiones, lo que es percibido como urgente por gran parte de la población.

La colegiatura obligatoria no está contemplada en la Constitución, pero sí lo está el control de la ética. De hecho, en la modificación de 2005 se dispuso que los colegios profesionales están facultados para conocer de las reclamaciones por faltas a la ética de sus miembros, y los tribunales deben hacer lo propio en el caso de los no colegiados. Con esto se elevó el control de la ética a un rango constitucional.

Pero cabe señalar que hay jurisprudencia, en casos de reclamaciones contra abogados, en que la Corte Suprema indica que el Código de Ética impone normas de conducta obligatorias para todos los letrados, estén o no afiliados a la entidad gremial. Y los fallos generalizan para todas las profesiones al disponer que las normas relativas a la ética que deben cumplir los profesionales con título universitario van más allá de su afiliación al colegio respectivo, ya que estas afincan su legitimidad en el mínimo ético exigible a quienes tienen un título para el ejercicio profesional.

El problema surge al momento de aplicar sanciones, ya que la máxima sanción que puede aplicar un colegio a uno de sus miembros es la expulsión de la orden, lo que no lo inhabilita para seguir ejerciendo y que no tiene significado alguno para un no colegiado. Pero en otros países las faltas extremadamente graves a la ética se castigan con la suspensión de la licencia para ejercer.

En consecuencia, no es necesario volver a la colegiatura obligatoria para incrementar el control de la ética, pero sí será conveniente que la Constitución:

1. Contemple el razonamiento de la Corte Suprema en el sentido de que los códigos de ética de los colegios son aplicables a todos los profesionales, estén o no colegiados.

2. Ordene que una ley establezca un régimen de sanciones que guarde relación con la gravedad de la falta a la ética, como lo hacen los referentes internacionales.

Elías Arze
Ingeniero civil