Señor Director:

El juicio y condena a Jaime Orpis, más que un caso de estudio, se parece un poco a la novela de Jean Valjean. Tras la lección de humanidad y amor recibida del obispo Myriel, Valjean se transforma en un gran benefactor muy querido por la comunidad de Motreuil-sur-Mer. Sin embargo, es perseguido por el inspector Javert, que nunca toleró sus faltas pasadas y buscaba con sádico ensañamiento encerrarlo por muchos años.

Inspirado por la gran obra humanitaria de Santa Teresa de Calcuta, Jaime Orpis y Ana Luisa Jouanne decidieron dedicar sus vidas a recuperar la humanidad de quienes han caído en las adicciones, en lo cual no han cesado y han seguido salvando muchas vidas, como la de Cosette, a pesar de haberse enfrentado a muchos Javert y, ahora, la cárcel.

A diferencia de otras personas en situaciones similares, Jaime Orpis ha dado el más alto ejemplo de virtud humana según Sócrates, quien señala en el Gorgias que es preferible reconocer la falta cometida y aceptar el castigo, en vez de huir de él, ya que de ese modo se logra enmendar la falta.

Roberto Peralta M.