Hubo un tiempo en que los estelares de cocina eran protagonizados por personas comunes, elegidas en multitudinarios castings. De ahí salieron rostros inolvidables, como Daniela Castro, Ignacio Román y Eliana Hernández. Pero todo eso quedó atrás. Ahora, los mesones de cocina de la televisión están ocupados por artistas, famosos y famosillos.
La semana pasada volvieron “El discípulo del chef” y “MasterChef Celebrity”, en Chilevisión y Canal 13, respectivamente. El primero, los jueves en la noche, presentó ante los chefs Sergi Arola, Carolina Bazán y Ennio Carota un ramillete de competidores, que augura “momentos televisivos” de esos que se convierten en memes y clásicos del anecdotario farandulero. No por nada en ese elenco vimos a Giuliana Sotela, primera esposa de Marcelo “Chino” Ríos; a su hija Constanza Ríos Sotela, y a la segunda esposa del extenista chileno, Kenita Larraín. Nada pasó entre ellas en el capítulo debut, pero Kenita alcanzó a deslizar sobre Giuliana que hace 17 años habían tenido una relación “bastante tensa” y que la vida les está dando la oportunidad de “reencontrarse”.
“MasterChef Celebrity” regresó el domingo en la noche con los jueces Yann Ivin, Fernanda Fuentes y Jorge Rausch, ante un elenco cargado a los músicos, actores y actrices. Varios de ellos han admitido que este espacio les da oportunidades laborales tras el cierre de los escenarios a causa de la pandemia. Gente tan destacada como Álvaro López, exvocalista de Los Bunkers, y Gastón Bernardou, fundador de Los Auténticos Decadentes, aparecieron cocinando junto a figuras de la escena nacional como Julio Milostich, Josefina Velasco, Cristina Tocco y Begoña Basauri.
Ambos programas tuvieron un buen desempeño de audiencia, figurando en el top ten de sus respectivas jornadas. “El discípulo…” promedió 12,4 puntos de rating, y “MasterChef…” tuvo una media de 11,8 unidades. Pese a su duración (alrededor de las dos horas), los dos espacios lograron entretener y mostrar apetitosos platos. Ambos presentan una edición rápida de sus escenas, deteniéndose muy poco en los distintos momentos. Pero tienen sus diferencias.
“El discípulo del chef” dio más atención a las situaciones de conflicto y puso de relieve el desempeño de la primera eliminada, la abogada Helhue Sukni, mostrándola siempre atenta a alguno de sus tres celulares o “picoteando” la comida. Por supuesto, se fue de reto con el chef Ennio Carota y, al final, a nadie le sorprendió su eliminación. Para esta noche anuncia una leve modificación, ya que serán tres parejas de figuras conocidas las que tendrán que evaluar la preparación de una cena afrodisíaca.
“MasterChef Celebrity”, en cambio, ha intentado hacer algo de pedagogía culinaria, con comentarios de los jueces, incluyendo un exabrupto de Yann Ivin, quien tildó de “vómito” y “un asco” la preparación de sesos de Gastón Bernardou y del periodista Rodrigo Herrera. Este último programa se detiene un poco más en la preparación de los platos, aunque no deja de centrarse en las reacciones de sus participantes, como las lágrimas de Julio Milostich o el llanto de la actriz Tutú Vidaurre al recibir el segundo delantal negro de la noche. Demasiada intensidad para un primer capítulo, pero es lo esperable en una cocina llena de artistas.