Por Catalina Wallace
Es casi una osadía en el mundo de la coctelería embotellar pisco sour listo para servir. Las probabilidades de que un sour quede mal preparado son relativamente altas y que uno venga bien hecho de fábrica es una rareza. El limón no aguanta tanto tiempo en botella y el sabor juguetón de este cóctel no es ni remotamente el mismo. Por lo mismo, que la pisquera Horcón Quemado se haya atrevido a lanzar su sour ($7.290, 645 cc) cuando tantos otros han fracasado, da para pensar que alguna carta escondida tendrán.
Se sugiere tomar bien frío, batirlo previamente —en este caso se hizo en una coctelera— y servir. Y el resultado es sorprendentemente satisfactorio. Aunque dista, lejos, de un sour natural servido en el momento, este logra estimular los sentidos y avivar la conversación como si fuera uno. Con 14° alcohólicos y una leve acidez balanceada con un suave dulzor, este pisco sour se posiciona como un buen amigo, de aquellos que sacan de apuros.
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