Señor Director:

Duele ver cómo ciertos sectores de izquierda tergiversan la historia de Claudio Orrego. En especial cuando se refieren de forma burda y maliciosa a su familia.

Seguramente no saben que su padre, Claudio Orrego Vicuña, fue uno de los pocos que levantaron la voz el año 1976, en plena dictadura, para defender a cinco abogados (entre ellos mi abuelo, Andrés Aylwin) que habían presentado un documento ante la OEA para denunciar las violaciones a los derechos humanos en nuestro país. “Traidores”, los llamaron. Eugenio Velasco y Jaime Castillo incluso fueron expulsados del país.

Pues bien, Claudio Orrego Vicuña, en medio del silencio cómplice de grandes sectores de la sociedad, escribió una emocionante carta abierta (disponible en el repositorio digital del expresidente Patricio Aylwin, para el que la quiera leer), en la que no solo rechazó la violencia a la que fueron sometidos los abogados, sino que incluso compartió sus puntos de vista: “En nuestro país se han violado y se siguen violando los derechos de la persona humana”, escribió.

Leer esta carta, en medio de las falsedades que se multiplican en redes sociales, es un ejercicio que llena de esperanza.

Ojalá que otros lo hagan también.

Matías Rivas Aylwin