Señor Director:

Siempre leo las columnas del exministro de Hacienda Rodrigo Valdés, pues aún no compartiendo su inclinación política, se agradece una presentación de ideas con alto nivel profesional y sin sesgos ideológicos que muchas veces empobrecen el debate.

Sin embargo, esta vez, en su columna del domingo recién pasado, hay una frase que me llamó la atención. Él escribe: “Parece imprescindible que, si Chile aspira a ser desarrollado, el fisco tenga más recursos, pero para fijar un punto de referencia útil, hay que comparar peras con peras”. A continuación de esta frase, Rodrigo Valdés realiza una comparación entre el PIB per cápita de Chile y su ingreso fiscal como porcentaje del PIB, con la mediana de los países de la OCDE para esas mismas variables.

Al respecto tengo dos reflexiones.

La primera, ¿el señor Valdés sugiere algo así como una causalidad entre mayor recaudación fiscal y desarrollo? Es decir, ¿para que un país llegue al desarrollo necesariamente debe tener un fisco (o Estado) más grande? Más que causalidad, a lo más yo me atrevería a aventurar que hay una correlación, no siempre muy saludable, como lo vemos en muchas de las economías más grandes de Europa.

La segunda. El señor Valdés escribe que una comparación válida se debe hacer con aquellos países de la OCDE cuanto estos tenían aproximadamente el PGB per cápita que tiene Chile hoy, ocurrido a mediados de los 70, cuando el fisco de esos países recaudaba un 30% del PIB, muy superior al 20% o algo más del caso chileno hoy.

Yo me pregunto, ¿es válida esa comparación? ¿Es equivalente el Chile de hoy en grado de desarrollo al que tenían esos países en aquella época? Recordemos que esos países, en su gran mayoría, tenían decenas de siglos de historia, de acumulación de riqueza en arte, educación, infraestructura, cultura, bienes de capital, etcétera, elementos que no siempre son bien capturados por el PIB de un país. Recordemos que esos países, en aquellos años, mandaban cohetes al espacio, tenían gigantescas industrias de bienes durables con alto nivel de sofisticación tecnológica para la época, producían bienes de consumo masivo elaborados gracias a una enorme acumulación de conocimiento producto de años de investigación y desarrollo.

Me da mucha aprensión el establecer una carga tributaria sobre la economía de un país, mucho antes de que estén sentadas las bases para soportarla. Creo que más impuestos podrían, al contrario de lo que opina el exministro, retrasar nuestro tan ansiado desarrollo más que apurarlo.

Felipe Joannon Vergara