El Mercurio.com - Blogs : ¿Dos días de elecciones en abril?
Editorial
Martes 23 de febrero de 2021
¿Dos días de elecciones en abril?
No es imposible hacer la elección en dos días, pero poniendo todos los riesgos en la balanza no parece que sea aconsejable.
Quedan poco más de seis semanas para la elección del 11 de abril. Es una elección inédita no solo por el número de candidatos, sino porque incluirá la elección de convencionales, que redactarán una nueva Constitución, y la de gobernadores regionales. A ello hay que agregar que la pandemia aún estará causando estragos. Algunas voces expertas, además, han advertido de que podría haber un aumento de contagios como consecuencia del término de las vacaciones y el incremento gradual de las actividades productivas. Por cierto, con una gran mayoría de población mayor vacunada esos contagios podrían ser menos dañinos.
Dado el elevado número de votaciones (cuatro) y que el tamaño de los votos en dos de ellas —convencionales y concejales— es relativamente grande, se anticipa que el tiempo promedio que estarán los votantes en la urna secreta será el más prolongado desde 1989. Las expectativas de participación, por el carácter histórico de esta votación, tampoco son bajas. Si solo el 51 por ciento de los inscritos fueran a sufragar, se alcanzaría la mayor cantidad de personas acudiendo a las urnas en la historia de Chile. Si a ello se suman las restricciones sanitarias que impone la pandemia, hay un riesgo evidente de congestión y, por tanto, de desincentivos a la participación.
Es comprensible, entonces, que el Gobierno esté analizando la posibilidad de desarrollar esta elección en dos días. Así lo hizo saber el ministro Secretario General de la Presidencia. Sin embargo, no es evidente el rigor con el que esta opción se ha estudiado. Por ejemplo, se ha dicho que se convocarían vocales distintos para el sábado y el domingo, pero ello diluye las responsabilidades de los posibles errores en el transcurso de la votación. Una de las virtudes, poco reconocidas, del proceso electoral chileno es que al constituirse una mesa se nombra presidente, secretario y comisario, cada uno de ellos con una responsabilidad específica, lo cual es parte de las razones del éxito de nuestro sistema electoral. En un esquema como el que se propone, esta virtud se pierde.
Un punto central es la seguridad de la custodia de los votos. En una elección de dos días las posibilidades de interrumpir esa custodia aumentan. Se ha argumentado que los recintos podrían ser resguardados por efectivos militares, pero ¿es posible una operación logística de ese carácter? Se requeriría, desde luego, más de un turno. No es evidente que ello pueda organizarse de modo expedito. Hay que tener en cuenta, además, que en el país operan grupos radicales que llevan adelante distintas acciones para desestabilizar el funcionamiento de las instituciones públicas. Así, una votación de dos días puede ser un objetivo muy atractivo para quienes busquen empañar un proceso que debe ser impecable. Además, al incluirse elecciones no habituales (convencionales) y por primera vez (gobernadores regionales), esta tiene un carácter simbólico particular.
Ahora bien, en el poco tiempo disponible se requiere legislar y resolver un sinnúmero de detalles logísticos que en un contexto de pandemia no son fáciles de abordar. El plebiscito del 25 de octubre pasado funcionó bien, en gran medida, porque se decidió no innovar a última hora, a pesar de numerosas voces que sugerían avanzar hacia dos días de votación. La elección del próximo 11 de abril es más compleja y se entiende la especial preocupación de las autoridades. Pero, sin una estrategia precisa que aborde todos los potenciales inconvenientes y tenga respuestas satisfactorias para todos ellos, innovar puede ser un gran error. Los ojos de todos los organismos internacionales y de muchos países van a estar puestos en este proceso. Por ello, los errores que pudiesen cometerse como consecuencia de una improvisación deben evitarse. Por cierto, hay que contrastarlos con los que pudiesen emerger como consecuencia de las aglomeraciones que no se pueden descartar. No es imposible hacer la elección en dos días, pero poniendo todos los riesgos en la balanza no parece que sea aconsejable.