Los dos son referentes de izquierda en la región. Mientras el gobierno de uno está en el centro de un escándalo por la vacunación secreta de personalidades cercanas al poder, la gestión sanitaria del otro tiene a su país como el tercero con mayor cantidad de muertes por covid-19 en el mundo. En un momento complejo para ambos, el Presidente argentino Alberto Fernández aterrizó ayer en Ciudad de México, en un viaje oficial que incluye reuniones con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Es nuestro invitado especial para la ceremonia de la conmemoración de los 200 años de la proclamación del Plan de Iguala (hito de la independencia)”, dijo ayer AMLO en su conferencia diaria —la “mañanera”— sobre los motivos de la visita, que durará hasta el miércoles. AMLO destacó además la “muy buena relación” que tiene con Argentina y la “cooperación” entre los dos países para procurarse vacunas.

“Es una buena ocasión para profundizar nuestros vínculos. Somos un eje democrático y progresista en una América Latina que está cambiando”, dijo por su parte el Presidente argentino a Infobae.

Fernández voló a México en un avión privado —arrendado por el gobierno al futbolista Lionel Messi—, y fue recibido en el aeropuerto por el canciller local, Marcelo Ebrard, y por el embajador argentino en ese país, Carlos Tomada. El mandatario es acompañado por su canciller, Felipe Solá; su ministro de Economía, Martín Guzmán; y la Primera Dama, Fabiola Yáñez, entre otros.

Horas después de desembarcar, el Presidente peronista sostuvo una reunión con empresarios mexicanos que tienen inversiones en el sector público argentino, señaló Clarín. Por la tarde, visitó el laboratorio Liomont, donde México realiza la última etapa de la producción de dosis de la vacuna contra el covid-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca. Las dosis de esta fórmula destinadas para Latinoamérica se envasan en Liomont, que importa el principal compuesto activo del remedio desde Argentina.

Para hoy está organizado el encuentro entre los mandatarios. Fernández acudirá por la mañana a la sede del Ejecutivo, donde será recibido por AMLO para mantener una reunión a puertas cerradas. Más tarde ofrecerán declaraciones conjuntas. Fernández se reunirá también con el empresario Carlos Slim, tras lo cual visitará el Congreso para entrevistarse con una serie de legisladores.

Pero el plato fuerte vendrá el miércoles: Fernández irá a la ciudad de Iguala de la Independencia y será uno de los oradores, junto a AMLO, en la ceremonia que conmemorará los 200 años de la promulgación del Plan Iguala, un hito que sentó las bases para la independencia mexicana.

Escenario complejo

Fernández viajó a México en uno de los momentos más difíciles de su mandato. El gobierno argentino está en el centro de un escándalo que los medios llaman el “vacunatorio VIP”: en la sede del Ministerio de Salud, en Buenos Aires, se inoculó secretamente a un grupo de personalidades cercanas al poder, que se saltaron la lista para recibir una dosis del remedio.

Para el analista político Carlos Fara, “el viaje no le amortigua la crisis” a Fernández, a quien le costará desligar su figura del escándalo, “porque todavía no se sabe dónde va a terminar la cuestión, en la medida que se van conociendo nuevos nombres” de personas involucradas.

El caso también salpicó a la visita diplomática. Dos legisladores de la coalición oficialista Frente de Todos, Eduardo Valdés y Jorge Taiana, iban a viajar a México con el presidente, pero fueron bajados del avión cuando se supo que recibieron la vacuna en el ministerio.

Incluso AMLO hizo una referencia velada a la situación. “Va a haber vacunas para todos, y no hay preferencia para nadie”, señaló ayer, recalcando que en México “no se ha abusado”, a diferencia de “varios países” donde “hay vacunación secreta para los de arriba”.

Pero el Jefe de Estado populista también ha sido foco de críticas por su estrategia de contención laxa durante la pandemia. Con más de 180.000 muertes, México es el tercer país del mundo con más fallecidos por covid-19, solo superado por Brasil y EE.UU. A pesar del mal manejo temprano, AMLO tiene sus fichas puestas en la campaña de vacunación. Hasta el domingo se habían aplicado 1,31 dosis cada cien personas, según Our World in Data. Esta cifra se acerca a la de Argentina (1,59), y contrasta fuertemente con la de Chile (15,12) y Brasil (3,27), los dos países que más vacunas han administrado en la región.