EQUIPO DE CIUDAD
El tiempo no pasa en vano y llevar casi diez meses conviviendo con el covid-19 tiene repercusiones que el Gobierno ya reconoce. “Se ve en la población síntomas de fatiga de la pandemia”, señala el documento que se publicó este lunes para explicar los cambios al “Paso a paso”, haciendo alusión a un término acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el diseño de los ajustes —indica el texto en que colaboraron los ministerios de Salud, Interior y Economía—, se consideró este concepto, que acarrea riesgos como el hecho de que termine “relativizándose la existencia del virus, en comparación a los costos” en áreas como la vida laboral o la salud mental.
Por esto, se explica, las decisiones recientes obedecen a la experiencia científica que se ha ido acumulando, pero también al “nuevo comportamiento”.
La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, lo sintetiza: “Cuando se toman medidas muy restrictivas y por mucho tiempo, la gente finalmente no cumple (…). Tenemos que tomar medidas que la gente respete, y que nosotros también podamos fiscalizar y garantizar”.
La “fatiga pandémica”, añade, “nos hace disminuir la percepción de riesgo y terminamos realizando conductas más riesgosas a cambio de una satisfacción inmediata”. De ahí, señala, la necesidad de transmitir mayores certezas a la ciudadanía. Por ejemplo, con decisiones como la de poner una duración máxima de cuatro semanas a la cuarentena.
Otras novedades, como el horario de “Elige Vivir Sano” para hacer deporte (07:00 a 08:30 horas), dice Daza, también buscan aliviar las ansiedades.
“Grado de esperanza”
Los expertos coinciden en que considerar esta fatiga es crucial para definir medidas. “Me parece muy razonable que se revisen y ojalá se simplifiquen muchas”, apunta Carlos Pérez, infectólogo y decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la U. San Sebastián, ante la dificultad creciente para afrontar las restricciones.
Paula Lucherini, psicóloga de la Clínica Las Condes, cree que tener plazos específicos puede ayudar: “(Se hace) más llevadero, nos da un cierto grado de esperanza”. Esto es fundamental hoy, pues según Jaime Sapag, académico del departamento de Salud Pública y Medicina Familiar de la UC, “hay un efecto importante de la incertidumbre, del miedo a contagiarse, del duelo que se está viviendo como población, de los cambios tan constantes que van generando un estrés más o menos permanente”.
Y si la población general está agotada, los especialistas piden empatizar con el personal de salud. “No solamente están haciendo un esfuerzo que les corresponde a ellos como funcionarios de la salud, sino que también están oficiando casi de salvaguarda y cuidadores de todo el resto de la población”, dice Jaime Ravinet, director de la Sociedad Chilena de Salud Mental.
Un aprendizaje que el documento destaca, y que fundamenta las nuevas restricciones a las actividades sociales, tiene relación con las formas de transmisión del virus. La vía aérea tendría un rol “mayor al que se pensaba inicialmente”, por lo que las reuniones “sobre todo en residencias particulares y otros lugares cerrados, se presentan como un foco de mayor riesgo”, por la alta interacción que implican, incluso, sin mascarillas.
Claudia Cortés, vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Infectología, confirma que las partículas, al ser tan pequeñas, “no se caen, quedan como en una pequeña nube invisible. Uno las puede respirar y, claro, si hay viento, se pueden trasladar y eso es algo que hemos ido observando con los meses, que se ha podido demostrar”. Ante esto, enfatiza que lo mejor es “tratar de minimizar las salidas de la casa”.
El paso final
El texto que detalla los cambios al “Paso a paso” también refuerza la importancia de vacunar a gran parte de la población para tener mayores libertades.
En los nuevos lineamientos se explicita que el ingreso a la última fase del plan “solo será posible en el caso de vacunación masiva”. Según ha indicado el Gobierno en las últimas semanas, se aspira a inocular a 15 millones de personas durante los primeros seis o siete meses del año.
La etapa de Apertura Avanzada (fase 5), dice el texto, “será el paso al que se avanzará una vez que la vacuna sea masiva y eficiente, y el proceso de vacunación esté avanzado en el país o en alguna localidad específica”.
PERMISOS ÚNICOS COLECTIVOS
El documento tendrá nuevas exigencias desde el 22 de enero. Se reforzará que solo sea para labores que no se pueden realizar de modo remoto, con riesgo de sanción para las empresas ante incumplimientos. Además, solo se podrá usar para trabajar y no para otros fines, como compras o deporte.