Señor Director:

Durante mis breves caminatas, de tercera edad, por mi barrio, he podido advertir la progresiva devastación de un sector del cerro San Cristóbal, a raíz del trazado de un camino por su lado sur, que ha provocado una serie de cortes en su ladera, con la consiguiente tala de un gran número de frondosos árboles.

Recuerdo lejanamente que ante reclamos de vecinos se dieron vagas y contradictorias justificaciones, entre ellas que lo transitarían camiones para llevar alimentos a los animales del Zoológico, respuesta que se invalidó cuando se supo que un nuevo Zoológico se construiría en el sector sur de Santiago. Desechada o desmentida esta versión, el camino de marras siguió su curso. Dada la magnitud de esta devastación, me pregunto si la autoridad competente consultó con Conaf como ente especializado en la materia y a algunas ONG como Defendamos la ciudad, Defendamos el Cerro y, por último, a las juntas de vecinos inmediatas de Pedro de Valdivia Norte y Bellavista-Pío Nono.

Si la justificación definitiva fue el traslado de alimentos invocado, debieran haberse manejado alternativas, como su transporte utilizando un día a la semana, en hora limitada, los servicios del funicular, que incluso tiene una parada para el público que visita el zoológico o su envío por un andarivel.

Aún es tiempo de paralizar esta obra. Nada es definitivo. Recuerdo cuando se proyectó la Costanera Norte. Su trazado original, diseñado por el MOP y aprobado por la ex-Conama, se propuso que fuera en superficie, desde el inicio de Av. Los Conquistadores, continuando por Bellavista hasta estación Mapocho, con las consiguientes expropiaciones. La fuerte oposición de las juntas de vecinos y expertos urbanistas determinó que el MOP modificara ese trazado y optara por su forma subterránea.

Ojalá que prime la razón y que la conservación de tan preciado bien natural sea asegurada.

Sergio Montenegro Arriagada
Abogado, prof. (Asoc.) Derecho Ambiental
Fac. de Derecho. Universidad de Chile