En 50 días más los partidos políticos y los independientes tienen que inscribir sus candidaturas ante el Servicio Electoral para la jornada democrática del 11 de abril de 2021. En esa jornada los ciudadanos que concurramos a votar tendremos 4 votos en nuestras manos: el candidato a alcalde o alcaldesa de nuestra comuna, el candidato a concejal o concejala de nuestra comuna, el candidato a constituyente de nuestro distrito y el candidato o candidata a gobernador regional en nuestra región. Para dicho evento las fuerzas políticas y los independientes han iniciado su proceso de diálogo y negociación para optimizar sus resultados electorales.
El desafío de las oposiciones es lograr la unidad más amplia posible en esas cuatro elecciones, dado que con la actual correlación de fuerzas y proyectando la última elección de diputados y diputadas de carecer de dicha unidad es altamente probable que la derecha gane esas elecciones, no obstante ser minoría en la sociedad. Tremendo desafío a la conducción política de las fuerzas opositoras.
En materia de gobernadores regionales, el fracaso parcial de las primarias legales de la oposición que se votarán el próximo domingo 29 de noviembre es el primer llamado de atención. La Unidad Constituyente conformada por la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, el Partido Radical, el Partido Progresista, el Partido Ciudadanos y el Partido por la Democracia concurrirá a estas primarias legales en las 16 regiones del país.
Asimismo, el Frente Amplio concurrirá a este mismo ejercicio en cuatro regiones de Chile. Hasta ahora no sabemos qué pasará con los candidatos de la Unidad por el Cambio, constituida por el Partido Comunista y el Frente Regionalista Verde Social. Tampoco sabemos, salvo en la Región Metropolitana, las alternativas que ofrece al ciudadano el Partido Humanista y sus aliados.
Como ustedes pueden apreciar, “estimados lectores”, la dispersión de las fuerzas opositoras es enorme. En la otra vereda, en materia de gobernadores regionales, es altamente probable la existencia de una candidatura del conglomerado autodenominado Chile Vamos con una eventual competencia, parcial o total, del Partido Republicano. En el cuadro descrito, si las fuerzas opositoras no concuerdan después de las primarias legales en un solo candidato para enfrentar a la derecha, las proyecciones de resultados de acuerdo a la última elección nacional de diputados llevarían a la derecha a obtener el triunfo entre 11 y 13 regiones del país. La paradoja de este resultado es que la derecha ganaría, siendo minoría, por la torpeza política de las fuerzas opositoras en lograr la unidad indispensable. Para la historia, esto está dicho el 21 de noviembre del presente año en esta columna. Además, en este caso hay que recordar que la legislación que permite esta elección considera que la mayoría absoluta se logra con el 40% + 1 de los votos, a diferencia de la elección presidencial, que todos sabemos en qué consiste la mayoría absoluta.
En la elección de la Convención Constituyente se produce el mismo fenómeno si la oposición no va unida. Una simulación que está en las redes que proyecta la última elección de diputados con una oposición dividida en tres o más listas y la derecha en una sola da como resultado 78 constituyentes de derecha y 77 de oposición. Lo anterior transforma en absurdo el debate entre 2 tercios y 1 tercio. Por el contrario, si la oposición va en una sola lista, obtendría 99 constituyentes a 4 votos de lograr los 2 tercios y la derecha solo lograría 56 cupos. Para la historia escrita el 21 de noviembre de 2021.
En este mismo aspecto, la presentación de listas independientes, particularmente los autodenominados no neutrales, si no van en un subpacto con la lista o listas de la oposición, dado el sistema electoral y su distribución, será la derrota de ese grupo y de las fuerzas políticas de la oposición. Por lo anterior, es imprescindible aprobar en el Parlamento la posibilidad de estos subpactos.
En materia de concejales no hay mayores dificultades, considerando que la oposición presentará diversas listas y no obstante no ir unidos permitirá medir la correlación de fuerzas de cada uno de los partidos y bloques. Finalmente, en materia de alcaldías, al ser esta una elección de una persona y sin segunda vuelta, es nuevamente imprescindible lograr la más amplia unidad opositora de tal manera que la mayoría de los territorios sean gobernados por las fuerzas progresistas.
Toda esta dimensión de carácter electoral tiene que ser acompañada, como de hecho lo es y está escrito en múltiples documentos, por una convergencia programática común en materia de gobiernos regionales, de constituyentes por una Nueva Constitución y de un programa común municipal. Teniendo propuestas mínimas comunes en todas esas materias y no lograr la unidad política imprescindible para materializar dichas ideas sería una bofetada en la cara para la mayoría del país.