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Sábado 21 de noviembre de 2020
Los desafíos que enfrentará Biden ante un mundo repleto de exigencias para su gobierno
El Presidente electo tendrá que ingeniárselas para cumplir con las expectativas que sus socios tienen de su administración.
A solo dos meses de que concluya el gobierno de Donald Trump, y con ello su enfoque de “Estados Unidos primero”, la llegada de Joe Biden a la presidencia tiene ansiosos a aquellos países que esperan el fin del aislacionismo de Washington y el retorno a su rol de líder internacional. Sin embargo, esa misma ansiedad presenta grandes desafíos para el Presidente electo, quien deberá enfrentar una serie de exigencias de diversos actores mundiales, desde el retorno a tratados internacionales, el fortalecimiento de alianzas desgastadas, y la contención de otras potencias.
Rivalidad con China
Con la creciente rivalidad con China como uno de los asuntos más urgentes, Biden deberá hacer frente a las fuertes tensiones que heredará del gobierno de Trump, que generan preocupación entre los socios de EE.UU., principalmente los europeos, por las implicancias económicas y políticas que tiene el enfrentamiento entre ambas potencias.
Y si bien Biden atendería a esas preocupaciones con una retórica menos agresiva y con la búsqueda de una mayor cooperación con el gobierno chino en áreas como medioambiente y comercio, el Presidente electo también tendrá que mantener una postura firme hacia Beijing en temas como tecnología —sobre todo en lo referente a la construcción de redes 5G en el mundo— y en el desarrollo militar chino en el Mar del Sur, en donde aliados de Washington como Japón y Taiwán piden un mayor compromiso militar de EE.UU. ante la cada vez mayor presencia de China en la zona.
“A Biden le pedirán que reduzca las tensiones con China, y puede que encuentre áreas de cooperación, pero creo que al final de todo, el mundo y China tienen que esperar que más que un cambio con respecto a Trump se dé cierta continuidad en el estado de las relaciones entre Washington y Beijing. Biden probablemente cambiará las tácticas y la forma de actuar frente a China, pero no el enfoque competitivo en general, porque, a fin de cuentas, Beijing seguirá siendo el mayor rival de EE.UU. a nivel internacional y una amenaza para países en el Mar del Sur”, dijo a “El Mercurio” David Shambaugh, experto en las relaciones entre ambas potencias de la Universidad George Washington.
Relación con aliados
Otra de las principales exigencias que enfrentará el Presidente electo será recomponer la alianza de EE.UU. con sus socios europeos, la cual se vio desgastada durante el período de Trump debido a los aranceles impuestos por el republicano contra el bloque, las críticas del Presidente contra la OTAN y sus presiones para que los miembros europeos de la alianza incrementen su gasto militar, y la salida de tratados clave como el Acuerdo climático de París y el pacto nuclear con Irán.
Frente a ese escenario, la llegada de Biden causó alivio en la Unión Europea (UE), y ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que con el demócrata la UE tendrá “nuevamente a un amigo en la Casa Blanca”.
Y pese a que Biden aseguró que hará caso a los llamados de sus socios europeos para volver al Acuerdo climático de París y a la Organización Mundial de la Salud —de la cual Trump retiró a EE.UU. este año—, además de abrirse a la posibilidad de volver al pacto nuclear con Irán y afirmar que tendrá una postura de más apoyo con la OTAN, reparar las relaciones con sus aliados en Europa no será tarea fácil.
“Tomará más que carisma o un cambio de tono para superar los desafíos que hay enfrente. Aún existen grandes áreas de desacuerdo entre EE.UU. y la UE, como el reparto de la carga en el gasto de defensa y la posición sobre China, las cuales serán difíciles de resolver sin importar quién esté al mando en EE.UU.”, dijo a este diario Garret Martin, experto en Relaciones Transatlánticas de la American University. “Las cicatrices de los años previos no sanarán fácilmente, especialmente la desconfianza sobre el liderazgo de EE.UU. entre el público europeo”, agregó el académico.
Pacto nuclear
El retorno al acuerdo nuclear iraní no solo tendrá impactos en la relación transatlántica. Y es que mientras los europeos exigen que Washington vuelva al pacto para que Irán retome sus compromisos nucleares —algo que Teherán asegura que solo hará si EE.UU. se reintegra al tratado—, aliados estadounidenses en la zona como Arabia Saudita e Israel demandan que un nuevo acuerdo incluya medidas más estrictas contra el programa nuclear iraní, algo a lo que la República Islámica se opone.
Además, para volver al pacto, Biden tendrá que tratar directamente con un Irán que mantiene fuertes tensiones con EE.UU. debido a la serie de amenazas militares y sanciones económicas en su contra impulsadas por Trump en el último tiempo.
“Tratar con Irán y el asunto del pacto nuclear serán más difíciles para Biden de lo que comúnmente se asume. Muchos exigirán a Biden que vuelva al pacto, pero en Irán hay un grupo muy duro liderado por el líder supremo iraní, Ali Jamenei, quien básicamente se opone a normalizar relaciones con EE.UU., y piden una compensación de miles de millones de dólares a Washington por haber abandonado el pacto nuclear. Además, el próximo gobierno tendrá que enfrentar presiones internas, ya que en EE.UU. hay un grupo fuerte de republicanos e incluso demócratas que se oponen a normalizar relaciones con Irán e incluso a cualquier intento de volver al pacto nuclear”, afirma Abbas Milani, director del programa de Estudios Iraníes de la Universidad de Stanford.