Carcajadas, nudos en la garganta, sonrisas, reacciones atónitas ante sencillos diálogos pletóricos de sensatez y sabiduría, llanto desembozado: todo eso provoca “El Agente Topo”, en un remezón gozoso y catártico como pocas veces se consigue.
Con este exquisito documental, Maite Alberdi ha dado con la más singular manera de despertar conciencias aturdidas para convocarnos a poner el foco en un asunto que se ha perdido en el bullicio y el griterío de nuestra pobre discusión política: qué hacemos por nuestros queridos viejos.
Desde esa perspectiva humanista, que la hace universal, la historia arranca con aquella peculiar oficina de detectives algo vintage que decide reclutar ancianos para una “misión secreta”. La idea no es tan descabellada, al fin y al cabo: la clienta que ha contratado a Rómulo, el investigador privado, quiere saber cómo tratan a su madre en el hogar donde ella la ha depositado. El bien plantado y engominado Rómulo pone un aviso en “El Mercurio” que, ciertamente, llama la atención. Y con éxito: porque prontamente se ve entrevistando a un contingente de hombres muy mayores.
El asunto pasa por algo más o menos simple: que los postulantes sepan usar un teléfono móvil, enviar y recibir WhapAss, grabar videítos. Fácil, pero hay que saberlo.
El elegido termina siendo Sergio, un viudo de 83 años. No porque domine algunas de estas “técnicas” —es tan torpe como el resto frente a estas “modernidades”— sino porque es notorio que es un hombre proactivo, con sus ideas muy claras y una ética sólida.
Así, Sergio ingresa al Hogar como infiltrado: el agente Topo.
El humor que se entrecruza en muchas de las secuencias tiene que ver con las situaciones que se van sucediendo en este inusual escenario.
Pero este relato fresco y bello exuda respeto, no compasión, por los viejos, esas personas que todos seremos alguna vez, si la vida no dispone otra cosa.
Eso de prestar oído y poner el ojo en ciertos detalles mínimos, a ciertos retazos de alguna conversación o algún hecho que no parece tan relevante ha hecho de Alberdi una documentalista que apunta con sensibilidad y agudeza hacia asuntos que no merecerían muchos clicks en redes sociales.
En “El Agente Topo” conduce hacia esa zona opaca de una realidad que bien nos haría poner entre nuestras prioridades: porque lo que descubre el “agente” es tan simple y complicado como que no hay nadie a quien echarle la culpa, sino que todo comienza en nosotros mismos. Alberdi nos lleva hacia allá tan hábilmente que ya estamos atrapados en esta experiencia encantadora cuando llega a tocarnos el alma.
Tras su exitoso paso por San Sebastián y las elogiosas críticas internacionales, no cabe más que suponer que “El Agente Topo” será nuestra candidata al Oscar 2021.
Un acierto la banda sonora.
Categoría ¡imperdible!
(Estreno online jueves 19 en cinemark.cl y cinepolis.cl).