El 11 de septiembre de 1920 comenzaba en el Sporting Club de Viña del Mar la cuarta edición del Campeonato Sudamericano de Selecciones, competencia que luego se llamaría Copa América, y que por primera vez se disputaría en nuestro país. Claro que en ese entonces solo participaban en el torneo Uruguay, Argentina, Brasil y Chile, pues eran las únicas selecciones afiliadas a la Confederación Sudamericana de Fútbol.

“Ayer se ha dado principio a la competencia internacional que desde 1916 se viene desarrollando en las principales capitales de los países sudamericanos, logrando atraer la atención de los aficionados de todo el continente”, informaba “El Mercurio”.

Se añadía que, debido a dicho evento deportivo, la ciudad estaba como en sus mejores días de fiesta: “El torneo ha logrado interesar a todas las actividades de la provincia, y es así como sus calles han dado una nota de viva animación, con muchos visitantes (…). Los hoteles se han hecho estrechos y el comercio ha paralizado sus labores para dejar que los empleados puedan concurrir a presenciar la brega”.

El primer encuentro fue entre Chile y Brasil, para lo cual los locales vistieron la camiseta roja por primera vez (hasta ese entonces había utilizado el blanco para todo el conjunto de la vestimenta): “Los jugadores chilenos vestían camisetas lacres y pantalones blancos, siendo encabezados por su entrenador uruguayo Juan Carlos Bertone. Al lanzar los tres hurras reglamentarios, el público correspondió con una delirante ovación”, se leía.

Por desgracia, el cuadro chileno “jugó con pésima mala suerte” y fue derrotado por los cariocas. Y aunque hubo otros partidos, la selección nacional no logró repuntar, obteniendo el cuarto lugar del campeonato.

¿El ganador? Uruguay, que en esa época brillaba por sobre Brasil. De hecho, lo más comentado de estos enfrentamientos fue un 6 a 0 de los uruguayos a los brasileños.