Señor Director:

Uno de los efectos colaterales de largo plazo de la crisis del covid-19 es la significativa y sostenida reducción de usuarios de transporte público, que está produciendo un déficit que será difícil paliar. ¿Qué camino debiéramos seguir para evitar la quiebra generalizada de este servicio, que es relevante para el funcionamiento de nuestras ciudades?

Como Sochitran proponemos mirar con atención ejemplos como el de Londres que, como informa “El Mercurio” en la edición del 18 de mayo, alzará los peajes de congestión que los automovilistas deben pagar por circular en el centro. La tarificación por congestión se ha discutido por largo tiempo en Chile y a pesar de que puede parecer poco popular, en realidad es justa y eficiente, como muestra casi toda la evidencia científica disponible. Hoy en día los automovilistas en Chile no pagan por todas las externalidades negativas que producen, ni siquiera sumando los cargos de permiso de circulación, bencina, peajes y otros.

Esta crisis nos obligará a actuar en diferentes frentes y, al menos en Santiago, hay camino avanzado para explorar lo hecho en Londres, gracias a que la gran mayoría de los autos ya tiene instalado el dispositivo para cobros de autopistas urbanas y que el sistema de transporte público cuenta con mecanismos que permiten financiar la operación. Ojalá aprovechemos la crisis para avanzar en la dirección correcta, evitando la quiebra de nuestro transporte público y corrigiendo la histórica distorsión que ha existido en este sector.

Irene Baeza; Marisol Castro;
Ángelo Guevara; Ricardo Hurtubia;
Carolina Palma; Sebastián Seriani;
Alan Thomas; Alejandro Tirachini;
Jaime Valenzuela

Directorio Sociedad Chilena de Ingeniería de Transporte (Sochitran)