En estos días se ha recordado en todos los medios la enorme carrera radial de Esteban Lob.
Y claro, en más de 50 años se alcanza a recorrer bastante. No sé en qué radio no estuvo Esteban y tampoco sé qué labor no desempeñó. Relator es la función en la que más se le recuerda y en ese trabajo no hubo humorista que no lo imitara, aludiendo a la voz más característica que haya producido el relato deportivo. Es curioso, pero esa voz la he vuelto a escuchar ahora en viejas grabaciones y me ha parecido muy distinta y mejor a la que recuerdo y que era tan imitada en aquellos años.
¿Qué años eran esos? Los 60 y los 70, aunque ejerció hasta el final de su vida. Fue relator del Mundial del 62 para la radio Balmaceda y una cadena internacional en una carrera que abarcaría las radios Chilena, Minería, Portales, Agricultura, Santiago, Nuevo Mundo, Carrera, Colo Colo, Prat, Continental, Cruz del Sur… Emisoras de todos los tamaños y de todas las épocas.
Fue con la Minería con la que más se identificó. Ahí compartí con Esteban, cuando él ya no trabajaba en Deportes, porque trabajó… en todo. Además de relatar fútbol, lo comentó. Y fue conductor de programas, jefe de informaciones en departamentos de prensa, editor.
Como periodista de la Minería fue a los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, aunque acreditado como funcionario de la Embajada alemana en Chile o el Servicio alemán de documentación. Una misión dramática por los hechos que rodearon a esos Juegos, dada la ascendencia judía del comentarista chileno (aunque no era del todo observante y sus hijos siguieron otro camino religioso, junto a su madre).
En las notas póstumas no figura obviamente cuando Julio Martínez, estacionando su Peugeot frente a los estudios de Minería en Miguel Claro, en el estilo de JM, le dio varios topones al auto de Lob. Julio “se hacía lugar” entre los autos y todos mirábamos desde alguna ventana su accidentado procedimiento riendo a gritos. Fue un foco el que Julio le pagó a Esteban. Lo notable es que no fue la única vez. Y fuimos otros compañeros quienes se lo informamos al conductor del Peugeot. Esteban, en su estoica serenidad, no lo hizo.
No se quedó en los recuerdos radiales este apreciado colega. También incursionó en la televisión, en el antiguo Canal 9 de la Universidad de Chile, precursor del actual Chilevisión. Y se actualizó mientras avanzaban los tiempos. Fue así como tuvo su canal en Youtube y sus comentarios se pueden ver y escuchar hoy en ese medio.
Y más, porque, decidido a mantenerse al día, hizo su blog: Esteban Blog.
Es un caso notable porque en estos mismos días figuraba en el plantel de Radiopuente, un proyecto de radio digital que está por salir al aire y se ve sólido.
Nos escribimos bastante en los últimos años a propósito de su blog y de esta columna. El blog es muy bueno, no solo por los recuerdos que presentaba y que pueden ilustrar a muchos, sino por el humor de que hacía gala. Aunque en radio se estimaba que su humor era muy alemán, en el blog lo desplegaba con elegancia y buena pluma (realmente escribía muy bien).
Tengo el mejor recuerdo de Esteban Lob por su mesura, su bonhomía, sus conocimientos, su sensibilidad, su modestia.