¿Será la sabiduría lo que hacemos con el conocimiento? Parece una pregunta abstracta, pero no lo es. La sabiduría es tal vez la manera cómo usamos el conocimiento. El ideal es que sea la sabiduría la que domine.
La sabiduría (palabra anticuada y preciosa) es la manera en que se usa el conocimiento. Depende de cómo determinemos qué es relevante y qué no. Es agregar valor (como dicen los economistas) a la experiencia. Y su uso es la libertad por excelencia. Se relaciona con cómo, por ejemplo, decidimos qué es relevante y qué no.
Esta fue una larga discusión entre los sabios de antaño. ¡Pero no tenían internet! El desafío hoy es complicado. Puedo tener acceso a todo el conocimiento producido por el hombre, pero acumularlo de manera que no me haga más sabio. De nuevo, ¡es porque no siempre nos hace más libres!
El único camino hacia la sabiduría es la libertad en presencia del conocimiento.
Por ejemplo, los padres de hoy no confían en su propia sabiduría adquirida en la propia vida y en la de sus antepasados. Solo confían en el conocimiento, por lo tanto, criar niños es un manual de obligaciones. La manera como se es padre no se improvisa, no viene del corazón. Proviene del manual basado en los descubrimientos hechos por la ciencia.
Las abuelas no pueden hacer remedios caseros para la tos de un nieto. Deben obedecer el manual. La sabiduría de los abuelos puede ser un don. Por último, para que los niños aprendan que la diversidad existe; en la vida, no en los manuales.
La mente humana es un organismo que crece y cambia. Tal vez la diversidad entre los miembros de una familia y su manera de tratar a los niños sea la mejor educación que podemos darle a un niño.
La disciplina podría ser un acto de libertad de elección, y también una aceptación de la diversidad del ser humano, pero no siempre es así.
Por ejemplo, el hábito de reflexionar y sacar conclusiones solo puede generarse con un nivel de libertad adecuada.
La disciplina, cuando se aplica, debería satisfacer una necesidad de conocimiento, y no al revés.
¡Dejemos que el asombro acompañe a los niños!