Años atrás, dejar de animar el Festival de Viña solía ser complejo. Había un duelo, un orgullo herido, un cierto pudor. Los animadores preferían cambiarse de canal antes que abandonar el certamen o, como solía suceder en el caso de los conductores -generalmente más dispensables para los ejecutivos-, se entraba en un pacto de silencio sobre sus sucesoras que incluía tomarse vacaciones cuando a la nueva le tocaba debutar. Eso en Viña 2019 llegó a su final.
Esta versión tiene a sus más recientes exanimadores Carolina de Moras y Rafael Araneda muy presentes en las pantallas, tanto locales como internacionales, en canales de TV abierta y de cable, en señales no oficiales y de las que forman la alianza de la concesión. Están compartiendo lo aprendido en sus años sobre el escenario de la Quinta Vergara, y ha resultado un aporte para el telespectador.
Pero la llegada de Carolina de Moras a "Mucho gusto", matinal de Mega, no estuvo exento de polémica. Que la exanimadora de Viña -hoy alejada de la TV tras el fin de su contrato con CHV- aceptara sumarse para comentar la gala y dijera que no le gustaba la combinación de colores del vestido que lució Tonka Tomicic, fue reprobado por sus colegas de otros canales. En particular, por Ignacio Gutiérrez, de TVN, quien cuestionó su acto de ejercer opinión. Entre ellos, por cierto, había una reyerta personal.
El resultado fue que al día siguiente De Moras estaba de vuelta en "Mucho gusto" defendiendo su derecho a opinar sobre el Festival, aportando información sobre el detalle de los contratos que se firman y comprometiéndose a seguir -según fuentes cercanas, sin cobrar-. De paso, el matinal, que solo tiene los derechos para emitir fotos del evento, ganaba la sintonía de los primeros días de la semana.
Araneda, en tanto, ha sabido permanecer en la TV como rostro de FOX LA. Desde esa señal de cable, donde luego invertirá como productor, conduce un programa junto a la colombiana Paulina Vega, que se emite en la previa del Festival, que aporta imágenes desde lugares poco habituales, como cámaras de seguridad de la Quinta, y que llega a una audiencia potencial de 200 millones. En los intermedios comerciales, su conversación -generalmente monologante- suele ser mucho más amena que los previsibles backstages que ofrece la TV local.
Ayer, TVN lo invitó al "Muy buenos días" a opinar sobre el festival. Ahí trabaja su señora, Marcela Vacarezza, así que tampoco hubo pago por su participación.
En este medio televisivo enrarecido, Carolina de Moras y Rafael Araneda han logrado reconvertirse para ser personajes de Viña 2019. Casi al mismo nivel que los animadores que están sobre el escenario, ya sea por polémicas o por contenido, por presencia en las redes sociales o en los espacios satélites, ambos se han adaptado -con renuncias por cierto- para demostrar cómo las industrias tienden a la colaboración.