Esta película es un acontecimiento o, quizá, una clave. Se ha establecido que la copiosa, tumultuosa, reverberante filmografía de Raúl Ruiz está compuesta por 122 películas, de distintos formatos y duraciones, algunas de ellas desaparecidas o inconclusas. La telenovela errante compartía un extraño lugar entre estas dos categorías. Fue el primer largo que Ruiz rodó a su regreso a Chile en 1990, pero desapareció hasta que sus rollos fueron encontrados en la Universidad de Duke, acaso el mayor archivo existente sobre la obra de Ruiz.
Su viuda, la cineasta Valeria Sarmiento, con apoyo de Poestastros (la productora de Chamila Rodríguez y Galut Alarcón), recuperó el material y realizó un complejo trabajo de ordenamiento y selección que ha concluido en esta versión, ya codirigida, de lo que Ruiz rodó hace 28 años. Es, por ahora, la fantasmagoría más prolongada en una filmografía que no cesa de producir espectros y volteretas, como si las múltiples lecturas que ofrece cada película no fuesen ya suficientes.
Cuando la filmó, Ruiz no había terminado de ajustar cuentas con Chile. Sentía una intensa extrañeza por su país de origen y proponía la idea, operativa y estética, de que Chile podía entenderse como un conjunto de telenovelas, en vaga conexión con su último largo chileno, Palomita blanca.
La película está organizada en siete días, los días de la creación de Chile, viñetas, variaciones que examinan con ojo irónico la transición y sus raros fenómenos: los socialistas renovados, el mercado, los topless, los comunistas sin la URSS, las elipsis sobre el pasado, los desaparecidos y todo lo que la imaginación de Ruiz percibía en aquellos días.
Por detrás, como en sordina, circulan los temas de la muerte, el infierno y los fantasmas, que Ruiz revisaba en ese período de su trabajo a la luz del Siglo de Oro, Calderón y Manrique. Como en la mayoría de su obra, el barroquismo de la alegoría alcanza ciertas dimensiones proféticas, aunque la indagación chilena está, como tantas otras veces, dirigida por el humor (el último episodio se titula, desde luego, "Si te portas mal en esta vida, en la otra vida te conviertes en chileno").
Para el cierre de La telenovela errante, Valeria Sarmiento dejó unas imágenes en blanco y negro en las que Ruiz anuncia el fin del rodaje con el aplauso de actores y técnicos. Es un momento metafílmico emocionante, que culmina con la música de la muy posterior El dominio perdido, una de las más bellas evocaciones del Chile del siglo XX. Esas imágenes pertenecen a Exote, un documental "casual" que el diseñador Pablo Martínez rodó mientras Ruiz filmaba su película, y que se exhibirá en algunas salas en conjunto con La telenovela errante.
Un testimonio sobrecogedor acerca de una película indispensable.
la telenovela erranteDirección: Raúl Ruiz y Valeria Sarmiento.
Con: Luis Alarcón, Patricia Rivadeneira, Francisco Reyes,
Carlos Matamala, Maricarmen Arrigorriaga, Mauricio Pesutic, Liliana García.
90 minutos.