En Buenos Aires hay un restorán imperdible. Una parrilla que, a pesar de la tremenda competencia que hay en ese país de carnívoros, es inolvidable: La Cabrera. Un lugar informal y divertido, donde las buenas carnes se acompañaban de muchos platitos, con todo tipo de preparaciones y que le dan ese toque especial.
Todos los que lo conocieron lo recuerdan. Y, de pronto, hace unos meses, en Alonso de Córdova, en lo que fuera el local de El Barrio, comenzaron a verse las obras que hoy acogen a la primera sucursal de La Cabrera en Chile. Se inauguró hace un mes, casi silenciosamente ya que -según se informa en la recepción- continúan en marcha blanca. Aún así, un día de semana, al almuerzo, presentaba un lleno total.
Muchos adornos colgando del techo y ese ambiente porteño, cálido y acogedor. Los mozos con sus respectivas boinas, entusiastas y en pleno rodaje. Por eso se ve a los dueños de la franquicia apoyando y cuidando todos los detalles. Lo que no es menor, ya que el aperitivo y cada plato lleva muchos acompañamientos.
Para comenzar, paté de la casa, aceitunas y pan. Lentejas con tomate, ajo confitado, berenjenas y tomates deshidratados, entre otros... para picar. Las mollejas, buen termómetro de cómo viene la mano, estupendas: venían enteras y no en rebanadas como se acostumbra pero su sabor era inmejorable. Se pidió también una ensalada de rúcula con queso y unas papas en gajos y con piel, asadas y con cebolla confitada. Nada que decir. Todo bien preparado y en grandes cantidades. Además de una entraña que se pidió en dos porciones, cada una en un punto distinto y que llegó perfecto. Tierna y sabrosa. Pero llegaron más platitos chicos con purés variados y al final... no se pudo con todo.
Aquí los cortes son del tipo argentino: en vacuno y cerdo: bondiola, matambrito, chuletón argentino, bife chorizo... en fin, para todos los gustos. Los precios más que razonables y el servicio en rodaje, pero por buen camino. ¡Bienvenidos!
La Cabrera
Dirección:
Alonso de Córdova 4263
Precio por pareja: $50.000
Cerrado domingos noche