Me acomoda escribir esta columna. Pero las charlas de Mitch Lowe y Jimmy Wales la semana pasada en CasaPiedra me obligan a una revisión. ¿Será esto lo que quieren los lectores?
Mitch Lowe es el creador de Netflix; Jimmy Wales, de Wikipedia y del concepto
wiki. Invitados por la CMPC, sus charlas me dejaron en la cuerda floja, como cuando don Jorge Gómez Ugarte predicaba y me hacía sentir un gran pecador infantil.
¿Qué innovaré para acomodarme más a lo que los lectores quieren?
(Por ejemplo, ¿debo evitar mis recuerdos de infancia?).
Debo probar y fracasar. Jimmy Wales contó sus errores. En su compañía hay reuniones donde las personas explican sus proyectos, lo hecho, el fracaso y lo que han aprendido. "Fracasen rápido", dijo Wales, recomendando no quedarse en profundos estudios sin chequear con los clientes.
Netflix deshizo el negocio de préstamo de películas que tenía Blockbuster; vislumbró el mañana. Y ahora, dice Mitch Lowe, atacará la industria de los cines con un pase electrónico que permitirá ir a las salas cuantas veces uno quiera pagando una tarifa fija mensual.
Yo me esfuerzo porque esta columna esté en las redes sociales y me encanta que la comenten, aunque sea para patearme. Pero eso no es innovar.
Tengo que preguntarme si lo que hago es una solución perenne. No lo es.
Y esto es aplicable a todas las industrias, los servicios, las vidas y, como vemos en estos días, a la Iglesia. Innovar.
El ministro de Economía, José Ramón Valente, introdujo las charlas de Wales y Lowe. Alertó contra el quedarse. Llamó a abrirse a las corrientes nuevas. A no repetir el aislacionismo de Latinoamérica en el siglo XX. Anunció una División de economía del futuro para el Ministerio.
Mencionó blockchain , algo más allá de las criptomonedas, que puede solucionar el tema notarial, las fichas de salud, y más. Llamó a no cerrar los ojos, aunque siempre habrá pérdidas con cada disrupción. ¿Qué estoy dispuesto a perder? ¿O a hacer perder? ¿Cómo recoger a los perdedores?
De partida, yo no dejaré de participar. El miércoles estuve detrasito del Ministro de Educación, Gerardo Varela, escuchando la cuenta pública 2017 de Conicyt (https://goo.gl/cDwBWW) y después atento a ciudadanos y funcionarios discutiéndola. (Aún se puede aportar en https://goo.gl/e3HBL4). Ser testigo de lo público enriquece mis textos. Buscar a los investigadores para la innovación.
Y no dejaré de pensar. La última edición de la revista Nature trae la discusión valórica sobre si es lícito que los científicos perfeccionen, con inteligencia artificial, las armas automatizadas. Revuelo en las comunidades de investigadores del mundo.
Yo estimaba que no había problema, que si admito la guerra, admito las armas y, si admito las armas, admito su perfeccionamiento. Pero ahora leo las objeciones y reevalúo mi postura.
Al final, cualquiera sea el formato en que escriba, la gracia es que brote de un ser vivo, capaz de equivocarse. Buscando adelantarse y abierto a ponerse otra ropa.